domingo, 20 de noviembre de 2022

PRESUPUESTOS PARTICIPATIVOS MUNICIPALES: ¿TRAMPA O SOLUCIÓN?

Para transparentar e institucionalizar la gestión local, hay que trabajar en la superación del analfabetismo cívico y ciudadanizar la política para empoderar a la gente en regiones, provincias, municipios, distritos municipales, secciones y parajes.

El abordaje de las cuestiones vinculadas desarrollo local tienen gran importancia al momento de planificar el desarrollo. En República Dominicana hay regiones, provincias, municipios, secciones y parajes, pero es al municipio al que más se le exige, dado sus niveles de autonomía.

Tanto la gestión política como burocrática del municipio está a cargo del ayuntamiento. Es una entidad con fuerte referente constitucional y una normativa complementaria, que bien aplicada, haría de estos espacios referentes en materia de eficiencia, eficacia y transparencia. Lógicamente, los gobiernos locales deben integrar a toda la comunidad, utilizando el ayuntamiento como plataforma y garante.

La primera década del presente siglo, encontró al país inmerso en un amplio debate en materia de reforma y modernización del Estado. Los ayuntamientos entraron al escenario con una amplia agenda orientada al fortalecimiento institucional y la función pública municipal. Participación, descentralización, delegación, desconcentración y coordinación fueron términos que coparon la atención de técnicos y consultores.

Las instituciones vinculadas a los procesos de reforma y modernización municipal, como la Liga Municipal Dominicana, el Consejo Nacional de Reforma del Estado y posteriormente la Federación de Municipios tomaron la vanguardia. Se realizaron cientos de conversatorios, debates y seminarios en la búsqueda de soluciones a la problemática municipal. Los mayores encuentros se centraron en el cambio de la normativa y se logró consensuar lo que hoy es la Ley 176-07 y su normativa complementaria.

Los asuntos municipales vinculados a autonomía, descentralización, transparencia y participación municipal ocupó por buen tiempo en quehacer de autoridades y munícipes. Al ritmo de los debates, se sumó un proceso de atomización del territorio y se crearon cientos de nuevas demarcaciones que exigían mayores presupuestos y burocracia especializada.

Una de los resultados de ese proceso fue la inclusión de mecanismos de participación en los gobiernos locales. Así entra el Presupuesto Participativo en República Dominicana, aprovechando los resultados exitosos logrados por el Partido de los Trabajadores en Porto Alegre en Brasil. Se vota la Ley 170-07 y posteriormente se incluyen en la Constitución de la República. Desde entonces se ha ido desarrollando en los municipios, pero alejado de los propósitos y disposiciones normativas.

La dinámica política en municipios condiciona las modalidades de inversión de los Presupuestos Participativos Municipales, PPM. La Normativa es referencia y nada más. Son aspectos que desmotivan la participación de la gente en la gestión municipal y afecta y debilita la institucionalidad municipal.

No se respeta ni se cumplen la Constitución de la República, mucho menos la Ley 176-07 del Distrito Nacional y Los Municipios, la Ley 170-07de Presupuesto Participativo. Como estas leyes hay otras tantas que no se cumplen, incluida la Ley 200-04 de Libre Acceso a la Información y la 496-08 de Planificación e Inversión Pública.

Lo política mal entendida afianza el patrimonialismo, propicio clientelismo y neutraliza el desarrollo. Cambiar ese modelo es un gran desafío. Hasta que la gente no supere el analfabetismo y el fanatismo político, se impondrá el nepotismo y el asistencialismo como norma.

Municipios y Ayuntamientos tienen enormes retos. Desde los tiempos de la colonia española hasta hoy, siguen siendo espacios importantes de socialización y debate, pero la corrupción y la falta de transparencia impiden su consolidación institucional. Largos debates y una vasta normativa debieran dar experiencias y garantías para una gestión local eficiente, pero falta mucho trecho por recorrer.

Fortalecer el liderazgo local y politizar la ciudadanía para que se incorpore a las organizaciones comunitarias, secuestradas, manipuladas y corporativizadas es fundamental, si se aspira a impulsar procesos de desarrollo local, tomando como plataforma operativa los consejos de desarrollo. Los diseños están, faltan quien los asuma e impulse las acciones que hagan de los ayuntamientos entes confiables, funcionales y transparentes.

Otro escollo a superar está referido al acentuado analfabetismo cívico que exhibe la gente en los territorios y la falta de visión de quienes hacen de la política su medio de vida. Esto sumado a la falta de orientación y la manipulación que hacen las autoridades para evitar rendir cuentas a la población alejan a la gente.

Orientar, informar, formar y educar a la gente para que ejerza sus derechos y cumpla sus deberes es un imperativo categórico, pero esta perspectiva, es solapada por el clientelismo y el asistencialismo imperante. Aunque parezca utópico, la gestión participativa municipal es un anhelo acariciado por el liderazgo social para fortalecer y transparentar los gobiernos municipales e impulsar el desarrollo local.

Transformar y trasparentar la gestión municipal es imposible si la gente no exige y participa. Los municipios son espacios gestionados por los ayuntamientos, pero éstos tienen la responsabilidad, los mandatos normativos para delegar o coordinar con otras entidades para suplir los servicios y bienes que requiere para desarrollarse equitativa e integralmente.

Para avanzar es necesario exigir el cumplimiento de las normativas vigentes, desarrollar mecanismos alternativos de participación, desarrollar mecanismos funcionales de transparencia y rendición de cuentas, romper el cerco clientelista e impulsar la conformación de los Consejos de Desarrollo Municipal como espacios de articulación intersectorial para el diseño e implantación de los Planes de Desarrollo.

Con la gente todo, sin la gente nada. Así funciona la democracia, pero para avanzar se requiere un liderazgo político y social sano, comprometido, honesto, capacitado y trabajador. Ejercer los mecanismos de participación social en los municipios contribuye a la cohesión territorial y fortalece la gestión local.

Los funcionarios no son dueño de los presupuestos ni las instituciones que gestionan, el dueño es el pueblo, por tanto, cuando una autoridad ejecuta una obra o aplica soluciones no está actuando por él, sino por mandato de la ley que le rige. Pretender confundir a la población tiene elevados costos políticos dado los avances de las tecnologías de la información y la comunicación, especialmente las redes sociales. Distraerse con las redes es un error, ignorarlas es un suicidio.

Las organizaciones sociales y comunitarias; así como los gremios profesionales pueden servir de contrapesos al liderazgo político y ayudar, tanto en el diseño, implantación, evaluación y seguimiento de las obras e iniciativas que ejecuta el ayuntamiento, incluida las aprobada con PPM.

El Presupuesto Participativo Municipal es una potente herramienta para impulsar políticas públicas de desarrollo local que den respuestas a las diversas problemáticas que padecen los municipios dominicanos, pero hay que pasar del dicho al hecho. Mucho se ha escrito y dicho, pero los frutos siguen siendo escasos.

Si fuera la autoridad ejecutiva de un municipio y consultara a la gente sobre obras necesarias en la demarcación y escogieran: galleras, canchas, bancas, pley, iglesias, bibliotecas, funerarias, plazas, luces, vertederos, semáforos, parques, bacheos de calle, aceras y contenes ¿Qué priorizaría? Esos y otros asuntos hacen parte de los asuntos que entran en los PPM.

La normativa manda a las alcaldías municipales y a los concejos de regidores a propiciar espacios y mecanismos para implantar los PPM, pero no se ha avanzado lo suficiente como para descansar. Hay que insistir y trabajar para desarrollar capacidades y mecanismos que ayuden a evaluar y medir el impacto, los avances y desafíos de los presupuestos participativos en el país.

Referendo, plebiscitos e iniciativa normativa municipal, junto al presupuestos participativo municipal alcanzaron rango constitucional a partir de 2010, pero todavía no se ha desarrollado mecanismo y procedimientos para su implementación. Solo el último ha ido avanzando y superando escollo. Esta reflexión se orienta a reivindicar la importancia de este mecanismo para fortalecer la institucionalidad y la gestión local.

Concluyo  invitándole a tomar parte y a participar en las secciones de su ayuntamiento, en a las Asambleas de los Presupuestos Participativos Municipales e incorporándose a los mecanismos de participación. Infórmese, exija y participe. Hágase un munícipe activo, comprometido y productivo.

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