lunes, 25 de marzo de 2019

POLÍTICAS MEDIOAMBIENTALES Y GESTIÓN DEL AGUA.

"Son patrimonio de la Nación los recursos naturales no renovables que se encuentren en el territorio y en los espacios marítimos bajo jurisdicción nacional, los recursos genéticos, la biodiversidad y el espectro radioeléctrico. Constitución de República Dominicana, Art. 14.

La República Dominicana atraviesa por una emergencia ambiental no declarada que se traduce en una aguda escasez de agua agravada por la persistente sequía que afecta al país. La falta de políticas claras y de compromisos concretos sumados a las complicidades políticas impiden la aplicación de las normas que rigen la cuestión medioambiental colocando al país en una situación difícil.

El proceso de Reforma y Modernización del Estado, iniciado en los años 90s del pasado siglo marcó un camino que parecía promisorio cuando se instituyó la Secretaria de Medio Ambiente y Recursos Naturales mediante Ley 64-00, donde quedaron plasmadas las regulaciones y especificaciones que deben regir las políticas medioambientales. Los avances normativos contrastan con el deterioro que se observa.

La Ley General de Medio Ambiente y Recursos Naturales establece, entre otras cosas, los usos del agua, priorizando la satisfacción de las necesidades humanas. Crea las bases para una normativa de ordenamiento territorial que defina la vocación de los suelos y marca una clasificación en: de vocación agrícola, forestal, urbanística y minera.  En 20 años no hay avances en esa materia.

En la Reforma Constitucional votada en 2010 se reforzaron los fundamentos que pueden servir de base a una renovación de las políticas medioambientales y de gestión de los recursos naturales en el país. Específicamente en los artículos 14 al 17 y 62 donde se tratan aspectos puntuales de las líneas de acción.

"El agua constituye patrimonio nacional estratégico de uso público, inalienable, imprescriptible, inembargable y esencial para la vida. El consumo humano del agua tiene prioridad sobre cualquier otro uso. El Estado promoverá la elaboración e implementación de políticas efectivas para la protección de los recursos hídricos de la Nación". Constitución de la República, Art. 15.

La Ley 1-12 que instituye la Estrategia Nacional de Desarrollo prioriza el tema medioambiental y de gestión de agua. La cuestión es que esas acciones no salen de los papeles porque quienes están llamados a implementar esas normativas se ven acosados por el clientelismo y la corrupción. Las urgencias son urgencias pero las políticas dan sentido de continuidad y permanencia.

Otras normativas especifican y complementan la necesidad de ordenar la gestión de los recursos naturales y elaborar políticas que garanticen el uso responsable de los recursos naturales para fundamentar el desarrollo sostenible. Políticas amigables que hagan del respeto a la Madre Tierra una cultura y de la preservación un deber.

A ese arsenal normativo se une la que rige las áreas protegidas en el país. Como se puede apreciar, la normativa es abundante y lo que se impone es probar su eficiencia y complementar con una Ley de Aguas que ponga un pare al acelerado proceso de privatización de los acuíferos.

El deterioro de las cuencas hidrográficas y la degradación de los ríos; así como las diversas formas de contaminación ambiental es un proceso largo que se ha acelerado con la incursión de empresarios agropecuarios con poder y dinero. Esos que se consideran por encima de las normativas y que no valoran ni siquiera las grandes inversiones que realizan en zonas de clara vocación forestal o productoras de agua. Es ahí donde debe entrar el Estado para garantizar la protección y cumplir con el mandato constitucional previsto en el artículo 67.

Lo que se debe revisar es la política de sustituir bosque por aguacates, café o cítrico. La flora y la fauna están heridas y las aguas en estado grave. Valorar las políticas de gestión de agua y respetar las cuencas de los acuíferos para evitar la aniquilación total de cañadas, arroyos y ríos.

Para contrarrestar la embestida empresarial debe generarse una coordinación que oriente la acción y pare la depredación. Esa estructura de coordinación debe integrarse con autoridades, los propios empresarios, gremios profesionales; así como organizaciones y comunitarias. Producir preservando y cuidando la madre tierra es una obligación.

Es una cuestión de ciencia, conciencia y responsabilidad pero también es un tema de información, educación y orientación. El país es parte de una región sometida a un acelerado proceso de desertificación como parte de las acciones irresponsable de los gestores de un modelo económico que privilegia el interés individual por encima de los intereses colectivos.

La urgencia ambiental es coyuntural pero el daño ambiental es permanente y difícil de revertir. Medio Ambiente debe activar su política de prevención  para evitar la depredación y el uso irresponsable de los recursos naturales.

Los desafíos para garantizar una gestión eficiente de los recursos naturales y la protección adecuada del medioambiente son grandes y requieren un abordaje integral y con la participación de la gente. No es ni puede ser tarea exclusiva de las autoridades pero sí es su obligación aplicar las normativas para prevenir la contaminación de los suelos, la deforestación, la caza indiscriminada y depredación de los ríos.

Los ciclos de lluvias varían y con ellos llegan las sequías que año tras año afectan a gran parte del territorio nacional generando pérdidas significativas en la agropecuaria y perturbaciones a la población. El agua que es un derecho fundamental, se ha convertido en una mercancía y eso complejiza el asunto. La sequía agudiza la crisis de agua pero el problema es multicausal y requiere acciones coordinadas e integrales.

Es tiempo de retomar la agenda ecológica desde una perspectiva ideológica que resignifique lo público y haga conciencia del valor estratégico de los recursos naturales. Las políticas neoliberales olvidan la sostenibilidad de los proyectos de desarrollo y ponen énfasis en las ganancias individuales. Redefinir el horizonte medioambiental implica reinventar las instancias organizativas para impulsar agendas realistas de defensa de los recursos naturales.
Propuestas:

En definitiva se requiere establecer políticas preventivas y de gestión a ser implementada en el territorio nacional priorizando la orientación y la educación de la gente.

Sancionar drásticamente a quienes propicien, permitan o ejecuten atentados contra el medioambiente y los recursos naturales; así como para quienes entorpezcan la aplicación de la ley, aprovechando el poder económico o influencias políticas.

Controlar la emisión de permisos y concesiones para extraer materiales y otros agregados dado el alto impacto que tienen en la corteza terrestre las actividades mineras.

Exigir a las empresas de extracción minera que establezcan política que garanticen la superación de los pasivos ambientales y minimicen el impacto de la minería. El empresariado debe ser parte de las soluciones, ya que son beneficiarios directos de las riquezas nacionales.

Reforzar las jornadas de reforestación incorporando a los estudiantes, especialmente aquellos que tienen que cumplir labor social. Son prácticas que pueden servir para apuntalar los programas oficiales o empresariales.

Crear comités ambientales escolares en todo el país para forjar una masa crítica consciente de sus responsabilidades frente al entorno y generar capacidades propositivas que ayuden definir políticas coherentes con las necesidades de las comunidades.

Evaluar el impacto de las políticas ambientales aplicado en el país en los últimos 20 años, partiendo de la normativa vigente y los convenios internacionales para establecer un inventario realista y útil.

Habilitar mesas de seguimiento a la implantación de las políticas medioambientales donde participen autoridades, organizaciones sociales, medios de comunicación y organismos responsables de velar por el cumplimiento de las normas.

Diseñar campañas de orientación, información y comunicación que sirvan de base a los programas de prevención que se impulsan desde los entes rectores. Orientar, informar y educar es clave para generar compromisos y empoderar a los actores.

Crear mecanismo de coordinación interinstitucional que evalúan las políticas de sustitución de bosques para plantar aguacates, cítricos, café  otros productos de alto impacto al medioambiente.

Retomar el proceso de discusión sobre Ley de Ordenamiento Territorial iniciado a finales del Siglo XX hasta lograr una normativa que ponga orden al desorden territorial que vive el país.

Establecer políticas claras de gestión de los acuíferos aplicando rigurosamente el marco normativo, evitando la privatización e imponiendo las prioridades establecida por la Constitución de la República y la Ley de Medio Ambiente y Recursos Naturales.

Implementar programas de educación ambiental tal y como establecen los marcos normativos en todos los niveles de la educación para ir empoderando a las generaciones futuras sobre el impacto de la acción humana sobre los recursos naturales y el medioambiente.

Impulsar campañas de orientación y educación sobre uso responsable de fertilizantes y agroquímicos para evitar la contaminación de las aguas, la degradación del suelo y contaminación del aire.

Apoyar a las organizaciones ecológicas para incrementar sus capacidades operativas en su accionar de prevención y orientación de la población. Se pueden generar líneas de investigación que apuntales las políticas de prevención generando información relevante sobre los tópicos medioambientales.

Masificar las campañas de orientación sobre el impacto del cambio climático y promover acciones para mitigar sus efectos. A grandes males, grandes remedios. Para un problema mundial que impacta lo nacional hacer conciencia es prioritario.

Orientar a la gente para que enfrente la política de la obsolescencia programada y empiecen a aplicar las 3-R: reducir, reutilizar y reciclar. El consumismo genera un impacto que debe ser contrarrestado con orientación y educación.

Incentivar en las organizaciones empresariales la creación de equipos que puedan impulsar acciones concretas y coordinadas de responsabilidad social empresarial, canalizando los apoyos a las áreas vinculadas a la protección del medioambiente y los recursos naturales.

Es tiempo de accionar y de reflexionar sobre el impacto de la acción humana sobre el medioambiente y los recursos naturales. El futuro exige que preservemos en el presente. No hacerlo es una irracionalidad que pone en riesgo la paz social y la vida sobre el planeta.

lunes, 11 de marzo de 2019

COHABITACIÓN IDEOLÓGICA, AUTORECONOCIMIENTO Y TOLERANCIA: BASES PARA EL PACTO POLÍTICO.


"Para entender el complejo y exigente mundo en que vivimos será necesario reescribir la historia desde, con y para nosotros; sin olvidar a los otros. Los relatos que leemos contienen el germen de la manipulación que alimenta la alienación y la ignorancia". FDC/2019

El Siglo XXI es un siglo de oportunidades de cambios y transformaciones que ponen a prueba las capacidades de la gente y los adelantos científicos. Hay tendencias sobre el curso que sigue la humanidad y cómo las formas de pensamiento pueden marcar diferencias. Es un siglo en el que todos los postulados dados por válidos son puestos a prueba. El relato histórico permite encaminar reflexiones sobre los retos, los desafíos y perspectivas de la humanidad.

Repensar los fundamentos del pensamiento para buscar en sus diversas formas, las ideas que los sustentan, obliga entre otras cosas, a desaprender y reaprender para aprender a pensar críticamente. Someter a juicio a nuestros patrones ideológicos sin perder de vista los condicionamientos culturales que intervienen en la formación del mismo. Pensar y reflexionar sobre esas cuestiones pasan por los filtros de los dogmas, costumbres, creencias y prejuicios para dar paso al conocimiento científico.

Los principios de la ilustración conocidos a través del movimiento enciclopedista y expuesto por las corrientes humanistas, que poniendo énfasis en la razón abrieron caminos hacia nuevas formas de abordar asuntos, que hasta entonces, estaban permeadas por la religión. Superada lo que se conoce en la historia como la Edad Media y la sociedad estamental instituida hasta entonces, llegaron los vientos de libertad de pensamiento.

Un hito importante es la Revolución Francesa en 1789, donde se rompió la estructura de dominación del Antiguo Régimen. El mundo se planteó un triángulo de valores compuesto por las aristas igualdad, fraternidad y libertad. Esos valores impactaron directamente en América y El Caribe sirviendo de base a la Revolución Haitiana que dio paso a la abolición de la esclavitud y a la Independencia de Haití en 1804. A partir de entonces, las potencias hicieron del Caribe lo que el Prof. Juan Bosch denominó “La Frontera del Caribe Imperial”. Las potencias europeas se disputaban El Caribe en guerras y escaramuzas. Estados Unidos estableció la conocida y manida Doctrina Monroe.

Desde el Congreso Anfitriónico de Panamá, celebrado en 1826, donde Simón Bolívar estableció la ruta para establecer un proyecto de unidad latinoamericanista que permitiera el desarrollo y la independencia de los nacientes Estados, la presión imperialista y las pretensiones expansionistas no cesaron. Bolívar apostó a la unidad como forma de enfrentar al monstruo. Sentenció Los Estados Unidos parecen destinados por la Providencia para plagar la América de miseria a nombre de la libertad.”

Tras el surgimiento y refinamiento de patrones políticos ideológicos encuadrados en las diversas corrientes que se conocen hoy, especialmente aquellas, vinculadas al capitalismo y a las corrientes socialistas de vocación comunistas marcaron la senda del discurrir histórico. Tensas discusiones caracterizan la evolución del pensamiento político y las ideologías. No es una ruta corta, es un largo camino que se torna infinito.

Quienes desde las Ciencias Sociales han dejado testimonios documentados de los principales hechos que han marcado el curso de la historia contemporánea muestran cómo en cada acción y hecho se advierten líneas de abordaje marcados por esos encuadramientos ideológicos. No importa si se trata de una guerra de religiones, de conquistas o defensivas; así como conflictos geopolíticos, tensiones raciales o persecución política.

Abordar esos encuadramientos ideológicos en el mundo actual exige, cuando menos una revisión exhaustiva del discurrir histórico del Siglo XX, especialmente las tensiones entre los polos socialistas y capitalistas acentuados a partir del pensamiento marxista. El socialismo se convirtió en un motor que propulsó el desarrollo de nuevas formas de pensamiento poniendo énfasis en la gente y sus necesidades.

Tras la producción intelectual de Carlos Marx, Federico Engel, Vladimir Lenin y León Trotsky, entre otros, el pensamiento político y social adquiere formas específicas que retan los patrones ideológicos conocidos hasta entonces. Se establecen los fundamentos del Materialismo Histórico como método para el análisis de los fenómenos sociales, económicos y políticos de la humanidad. Nuevos enfoques y variadas tendencias matizan los debates y marcan la pauta discursiva en todas las áreas del saber.

Poco a poco se van redefiniendo los centros de poder y las potencias emergentes imponen al mundo sus patrones ideológicos. Las relaciones centro-periferia se basan en la conformación de bloques ideológicos. Concluida la Gran Guerra de 1914, donde explota el orden westfaliano con la imposición del Tratado de Versalles en 1919, dando inicio un tenso proceso de contradicciones matizado por la carga impuesta potencias vencidas.

Aceptado malamente, el tratado de Versalles implicó una serie de cambios geopolíticos. Al desaparecer los imperios tradicionales y surgir los Estados Nacionales se diversifican las tendencias ideológicas y se agudizan las contradicciones de clase. La Revolución Rusa rivaliza con los modelos capitalistas que encabeza Estados Unidos. La disputa por áreas de influencias y la hegemonía ideológica se extiende por el mundo entero y marca la pauta de la dinámica política, militar, cultural y económica.

Las visiones colonialistas, el expansionismo y las pretensiones imperialistas, derrotados en el Siglo XIX emergen con fuerza y colocan al mundo frente a males que parecían superados como la esclavitud y las guerras de religiones. En América Latina las Guerras Hispanoamericanas y los procesos de independencia abren paso a la lucha por la defensa de la soberanía y la autoderteminación. Salir de Europa para enfrentar la bestialidad del imperialismo yanqui, que basándose en sus doctrinas del Destino Manifiesto y Monroe se hace imperativo e impone su lógica.

Durante el período entre guerras (1918-1939), surgen variantes en cada una de las matrices ideológicas predominantes que evolucionan y adquieren importancia que les conduce al control del poder político en varios países. Cabe mencionar en este renglón los casos del nacionalsocialismo en Alemania, el fascismo en Italia y el falangismo en España. Estas variantes agudizaron las contradicciones entre las matrices principales y generaron las condiciones para el estallido de la Segunda Guerra Mundial en 1945. Las atrocidades debilitan pero no erradica los sustratos de esas tendencias ideológicas que de vez en cuando asoman y amenazan.

Las tensiones ideológicas y religiosas entre Oriente y Occidente se acentúan en el período de la Guerra Fría y el pensamiento político y social se enrosca en torno a la defensa de los derechos fundamentales. La adopción de la Declaración de los Derechos Humanos en 1948 refuerza las aspiraciones de justicia, libertad y equidad. En América y El Caribe surgen movimientos de corte socialista que empiezan a remover los cimientos del colonialismo ideológico que primó en la región.

El liberalismo empieza a redefinir sus postulados para adaptarse en el empobrecido continente. Pensadores como José Martí, Eugenio María de Hostos, José Enrique Rodó, Domingo Faustino Sarmiento, Alejo Carpentier, José Núñez de Cáceres, Juan Pablo Duarte, Julio Cortázar, Robles Toledano, Pedro Enríquez Ureña, Américo Lugo, entre otros, sacan a relucir el potencial transformador del pensamiento latinoamericano dando forma a movimientos de liberación nacional que recorren casi dos siglos. Sus ideas moldean las tendencias ideológicas vinculando al positivismo, el arielismo y el liberalismo como corrientes emergentes como el socialismo y el comunismo.

Concluida la Segunda Guerra Mundial, inicia el período conocido como Guerra Fría, caracterizado por tensiones y roces entre los polos conformados por Estados Unidos, la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas; y el bloque conocido con los No Alineados, encabezados por la República Popular China. Ese largo y tenso período se extendió hasta 1989 cuando se produce la “caída del Muro de Berlin”. Un nuevo orden empieza a conformarse y el mundo es testigo de grandes convulsiones provocadas por el desequilibrio en el balance de poder.

Estados Unidos, quien se abroga el derecho de servir de policía del mundo, entra en una vorágine unilateralista para imponer sus valores y el modelo capitalista al resto del mundo. El mundo unipolar, que en términos formales, tenía como centro a USA, se ve afectado por sus pretensiones imperiales. Las respuestas del resto del mundo se fundamentan en el rechazo a las doctrinas que defiende Estados Unidos y a sus políticas agresivas e intervencionistas.

Desgastado y endeudado, Estados Unidos intenta controlar el mundo pero la resistencia de los centros emergentes y la búsqueda de nuevas formas de encuadramiento ideológico empiezan a zanjar surcos en la menguada y corrompida estructura imperial. Asumiendo y defendiendo la Doctrina del Destino Manifiesto, USA acelera los procesos de conformación de bloques alternativo.

Con sus presiones y pretensiones el liderazgo de Estados Unidos empieza de erosionarse. Sus tanques de pensamiento y estratega, encabezados por Henry Kissinger y Zbigniew Brzezinski maniobran para estabilizar un orden mundial favorable y controlado por Estados Unidos. Establecer sistemas de alianzas con potencias emergentes o crear mecanismos diplomáticos que perturban el predominio de los acuerdos Bretton Woods, especialmente el uso del dólar estadounidense como instrumento de control de la economía mundial.

Esa “unipolararidad” de Estados Unidos es asediada constantemente por el desarrollo de otros centros de poder. El ascenso de China y el renacer de la Federación Rusa marcan las pautas y obligan a repensar una serie de cuestiones que van desde los temas vinculados a la carrera armamentistas hasta el rompimiento del diques que contenían el debate ideológico.

Surgen tendencias ideológicas y se debilitan otras. La socialdemocracia europea y los Estados de Bienestar entran en crisis y las clases hegemónicas entran en pánico. Las crisis económicas se suceden unas tras otras y los teóricos no encuentran fórmulas para recomponer los modeles. La corrupción va de la mano con las crisis y las demandas de transparencia se acentúan.

La Unión Europea, reforzada tras la Segunda Guerra Mundial por Estados Unidos como forma de eliminar la competencia, controlar el continente e imponer su hegemonía; primeros con el Plan Marshall y luego a través de la Organización del Tratado el Atlántico Norte, OTAN padece las consecuencias de su dependencia. Tony Blair saca la cabeza desde Inglaterra y habla de Tercera Vía, Era una forma de buscar un horizonte ideológico para enrumbar la barca de la Vieja Europa.

La Unión de República Socialistas Soviéticas responde con el Plan Molotov como alternativa para enfrentar el Plan Marshall y el Pacto de Varsovia para contrarrestar el avance de la OTAN. Bajo ese esquema transcurre la Guerra Fría. Los resultados de esa tensa calma, donde los enfrentamientos indirectos y la participación de las potencias en conflictos en sus áreas de influencias generaron guerras como la de Vietnam, Corea, Afganistán, Abril de 1965 en República Dominicana; así como las guerrillas que sembraron el mundo de muertes y heridos. Las revoluciones cubanas y sandinistas son referentes en América.

Connotados teóricos de Europa plantean revisiones a los modelos ideológicos y sistemas políticos. Geovani Sartori, Alain Touraine y Tony Jund plantean fórmulas de evitar el colapso: uno desde el ámbito socialistas, otros desde el ámbito liberal. Jund habla de la crisis de la socialdemocracia tenía reparos a pesar de “que algo va mal”. Título de una de sus célebres obras. Sartori apuesta al adecentamiento de la democracia. Tourainne plantea una ruta alternativa hacia la democracia socialista como forma de responder a los desafíos que plantea el exigente mundo multipolar.

La Cuarta Teorías Política elaborada por el filósofo ruso Alexandre Duguin entra al escenario y presiona desde la retaguardia. El despertar del oso coloca en serios aprietos a la decadente Europa y al desvencijado modelo imperialista USA. El mundo se hace policéntrico y las tensiones se agudizan. Estados Unidos refuerzas sus alianzas y renueva la OTAN, ampliando su presencia militar en el mundo. Cientos de bases militares en todo el mundo como forma de imponer su hegemonía y obtener fuentes de recursos que le permitan sostener ventajas comparativas.

El socialismo con peculiaridades chinas y de vocación marca se abre paso por el mundo especialmente por Asia. El portentoso modelo chino genera una dinámica productiva que saca a cientos de millones de personas de la pobreza. El mundo empieza a mirar a China y China empieza su periplo expansionista de forma inteligente y colaborativa. Los resultados son altamente favorables tanto para los chinos como para el resto del mundo.

América Latina y Oriente Medio son impactados por la tendencia ideológica que se gestan tanto en Europa, Asia como Estados Unidos. Se producen lo que Samuel Huntington ha calificado como “Choques de Civilizaciones” y el mundo ve cómo la violencia se apodera de Oriente Medio mientras que América surgen gobiernos de corte progresistas y revolucionarios. USA y sus socios se disputan los espacios con China y Rusia. Tensan las cuerdas hasta el límite y retoman la carrera armamentista y la disputa por las áreas de influencias.

Así, de salto en salto, llegamos al momento en el que nos encontramos actualmente. Un mundo complejo y exigente. Un mundo donde la violencia política, la corrupción, el calentamiento global, el déficit ético, la crisis de la democracia, el armamentismo, el narcotráfico, el crecimiento de la población, la exclusión social y las tensiones proimperialistas ponen en riesgo la existencia misma de la humanidad. Responder a esos retos y desafíos imponen una reflexión profunda sobre los patrones ideológicos que sustentan el pensamiento político y social.

El mundo cuenta con la experiencia acumulada y las lecciones de la historia para avanzar en la construcción de una sociedad donde la justicia social sea norma, no excepción. Superar los rezagos del desarrollo y modernización política exigen mayores niveles de comprensión de la política, la democracia y las relaciones de poder. Para lograr esa alta misión se requiere la superación del analfabetismo político y ampliar la participación política.

Ese es parte del cóctel que transformará la cultura política y cualificará la democracia. Se complementa con la ciudadanización de la política, cohabitación ideológica, autoreconocimento, el respeto mutuo, la tolerancia y la paz, así como la defensa de la soberanía y la autodeterminación de los pueblos son bases para los pacto políticos que deben regir a las sociedades. El pensamiento único no tiene cabida en el Siglo XXI, en un mundo multipolar o policéntrico.

Ahí están las lecciones de la historia y las cicatrices de los conflictos que marcaron el Siglo XX. Un siglo de guerras, dictaduras, genocidios, terrorismo de Estado, intervenciones, colonialismo, pobreza, exclusión y corrupción. Un siglo de avances culturales y adelantos científicos. Esa es la cantera a la que hay que volver para extraer de ella el material requerido para echar la zapata de la nueva institucionalidad democrática.Donde prime la paz, el respeto, la tolerancia, la equidad, la ética, el diálogo, la diplomacia y la justicia social.

El Siglo XXI es de oportunidades para el desarrollo de la inteligencia artificial, las energías renovables, la física cuántica, la acrobática, la ingeniería genética,la ampliación de la revolución de internet. La primera revolución industrial generó un incremento en la productividad que facilitó la creación de sistemas políticos que nos trajeron hasta aquí. Hoy en la cuarta revolución industrial el escenario exige cambios en las formas de pensar y gestionar los procesos de cambios.