martes, 26 de enero de 2010

¡QUE LA PATRIA HONRE A HÉROES EN SU DÍA!

"Nunca me fue tan necesario como hoy el tener salud, corazón y juicio; hoy hombres sin juicio y sin corazón conspiran contra la salud de la patria". Juan Pablo Duarte.



En el país se ha impuesto la Ley 139-07 que cambia la celebración de días feriados, incluidos aquellos que coinciden con la celebración de algunas fechas patria. Esta medida afecta considerablemente el impacto emocional de las conmemoraciones e incide negativamente en el comportamiento cívico de la ciudadanía.

Hoy se habla del preocupante déficit de civismo que afecta a la sociedad dominicana, especialmente a su juventud. A esta falla se le atribuyen mucho de los malos comportamientos que hoy nos perturban. Superar esas debilidades debe ser uno de los retos fundamentales de la familia, la escuela, el Estado y las instituciones políticas y sociales. Es necesario por tanto devolverle a las celebraciones patrias su valor, su brillo y su esplendor.

Los pueblos construyen su historia a fuerza de desvelos y sacrificios de la gente que en los momentos cruciales asumen la responsabilidad de colocar los intereses de la patria por encimas de las apetencias personales. Esos hombres y mujeres visionarios, abnegados, y comprometidos, son los que iluminan las sendas del porvenir. Su memoria debe ser respetada, emulada, reverenciada y socializada.

Asumir el respeto a los símbolos patrios, a los héroes nacionales, a las manifestaciones culturales, a la naturaleza, a los derechos humanos en sentido general es parte fundamental del culto civil en mejor sentido rouseneano. El ginebrino Jean Jacque Rouseau defendió siempre la idea de inculcar, lo que él denominó religión civil en la ciudadanía. Es evidente que la sociedad del Siglo XXI requiere reforzar la cultura cívica. Resaltar y celebrar las fechas patrias, cuando corresponde, contribuyen con ese noble propósito.

Aunque la Ley 139-97 respeta la fecha de proclamación de Independencia Nacional y la Restauración de la República, afecta fechas como el natalicio de los Padres de la Patria, el Día de la Constitución el 6 de noviembre de 1844, entre otros. Respeta sin embargo, la mayoría de las fechas de origen religioso, algo legítimo pero se debe respetar por igual la autenticidad de las celebraciones cívico-patrióticas.

Esta normativa no tiene razón de ser. No influye en el aumento de la productividad ni elimina los famosos “puentes”. La práctica demuestra que se crea una gran distracción, tanto en el día que se celebra como en la fecha real de la conmemoración. En términos práctico se celebran 2 días, especialmente cuando la fecha cae en días laborable. Esto tiene un impacto negativo en la sociedad por lo que muchos sectores ligados al mundo académico e intelectual, han reclamado la derogación de la normativa y el respeto a las celebraciones patrias.

El patriotismo como sentimiento sano por los valores y símbolo patrios se alimenta con el ejemplo de los héroes y heroínas que dedicaron sus vidas a la constitución de una cultura cívica comprometida en la defensa de la dominicanidad. Honrar, honra; y honrar los símbolos patrios es un deber de quisqueyanos y quisqueyanas.
Vivir sin Patria es lo mismo que vivir sin honor, sentenció el patricio Juan Pablo Duarte. Más elocuente no podía ser dado su alto grado de compromiso cabeza de los padres fundadores de la República Dominicana ¿Por qué trastocar la fecha de celebración de su natalicio? Enmendar ese error es una necesidad. Colocar en su justo lugar a los héroes nacionales, es por tanto, un acto de legítima justicia.

Recordar y reivindicar su memoria es una obligación de gobernantes y gobernados que pasa por el respeto a las fechas en que se fundamenta el patriotismo dominicano, así como cualquier conmemoración que permita el afianzamiento de la cultura cívica.
Fabián Díaz Casado.26 de enero de 2010

PAISES DEL ALBA-TCP DEFINEN ESTRATEGIA DE SOLIDARIDAD CON HAITÍ

Por la importancia que representa para el desarrollo de estrategias efectivas de solidaridad con Haití hemos tomado el documento de compromiso de los países del ALBA para mitigar la desgracia que padece el vecino país.

Para la República Dominicana este esfuerzo de los hermanos bolivarianos representa un gran apoyo. Hemos asumido, como país, un gran compromiso con Haití. Se requieren grandes esfuerzos y una cantidad enorme de recursos de todo tipo para afrontar la reconstrucción de la nación hermana.
Bienvenida sea la solidaridad interernacional bolivariana. A continuación el documento del ALBA tomado de TELESUR.

Reunión Extraordinaria del Consejo Político de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América - Tratado de Comercio de los Pueblos.

Los países miembros de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América - Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA-TCP) reunidos de forma extraordinaria en la ciudad de Caracas, República Bolivariana de Venezuela, preocupados por la grave situación que atraviesa la hermana nación caribeña de la República de Haití.

Los países del ALBA - TCP manifestaron su solidaridad con el hermano pueblo y gobierno de Haití y nuevamente expresaron sus más profundas condolencias por la perdida de vidas humanas como consecuencia del terremoto del pasado martes 12 de enero de 2010.

Resaltaron que los esfuerzos para la reconstrucción de Haití deberán tener al pueblo y al gobierno de ese país como principales protagonistas, respetando los principios de soberanía e integridad territorial, así como el más amplio, equitativo, participativo y transparente trabajo conjunto de la comunidad internacional en la reconstrucción de Haití.

Destacaron el papel central de coordinación, armonización y control de la gestión que corresponde a la Organización de las Naciones Unidas en el esfuerzo internacional de cooperación para enfrentar la situación de emergencia en Haití y contribuir a la reconstrucción y al fomento del desarrollo de esa nación hermana.

Expresaron su preocupación por la excesiva presencia de fuerzas militares extranjeras en Haití, sin motivos que lo justifiquen y sin precisión sobre su autoridad, propósitos, competencias y tiempo de permanencia, lo que amenaza con complicar más las condiciones en el terreno y la materialización de la cooperación internacional.

Aprobaron el proyecto integral de ayuda de emergencia, rehabilitación y reconstrucción de Haití, en la esfera de la salud que aglutine los esfuerzos de los países del ALBA - TCP y aproveche la experiencia acumulada de cooperación con ese país y las condiciones ya creadas en el terreno. Este proyecto contemplará el aseguramiento desde el punto de vista de logística, infraestructura, transporte, soporte técnico y abastecimiento.

Decidieron enviar una representación de alto nivel del ALBA - TCP a sostener un encuentro con el Presidente René Preval para trasladar la voluntad de cooperación de los países de la Alianza y proponer el Proyecto Integral de cooperación, dentro del cual, la esfera de la Salud será el elemento central.

Ratificaron la disposición del ALBA - TCP de cooperar con otros países y agrupaciones de países que estén en condiciones de prestar ayuda, siempre con el fin de aliviar la situación del pueblo haitiano y contribuir con sus requerimientos de desarrollo.

Instruyeron al Banco del ALBA para la creación del Fondo Humanitario del ALBA-TCP para Haití el cual será constituido a partir de los aportes de los países miembros de la Alianza.

Retomaron los planes de apoyo a la generación de energía eléctrica, garantizando todo el suministro de combustible necesario a las plantas de Cabo haitiano, Gonaives y Carrefour, así como mantener el apoyo energético a través de PETROCARIBE.

Convocaron a desplegar un plan de atención prioritaria a los niños y niñas, que combine la rehabilitación de la infraestructura educativa haitiana y programas de apoyo alimentario, dotación escolar, formación de maestros.

Acordaron el suministro de alimentos para paliar la crisis generada por el colapso de las redes de producción y distribución de alimentos originada por el terremoto así como reactivar y fortalecer los planes de producción de alimentos que se venían ejecutando en el marco de la iniciativa Alba Alimentos.

Consideraron una posible amnistía que regularice el estatus migratorio de los ciudadanos haitianos residentes en los países del ALBA-TCP.

Convocaron a especialistas de cada uno de nuestros países, para que formulen sus recomendaciones sobre el abordaje de un plan de reconstrucción acorde con las capacidades reales de los países del ALBA y con las necesidades más sentidas en el terreno, un plan de demolición y reconstrucción.

Acordaron aprovechar la capacidad logística de la empresa petrolera CITGO en los Estados Unidos, para la adquisición y traslado hacia Haití de los insumos, materiales y equipos especializados necesarios para los planes de reconstrucción, en vista del colapso de los puertos haitianos y de la cercanía geográfica de las bases operativas de esta subsidiaria de PDVSA.

En la ciudad de Caracas, República Bolivariana de Venezuela a los 25 días del mes de Enero de 2010.


http://www.telesurtv.net/noticias/secciones/nota/65806-NN/alba-asume-acciones-para-reconstruccion-de-haiti-y-expresa-preocupacion-por-presencia-militar-estadounidense/

viernes, 15 de enero de 2010

ETICA PERIODISTA Y DIGNIDAD HUMANA.

"Mi libertad se termina donde empieza la de los demás". Jean Paul Sartre

He visto con mucha preocupación como la presentación sensacionalista de imágenes que muestran la gran tragedia haitiana en los medios de comunicación. Considero que debemos pensar en los efectos emocionales que causan estas imágenes en la cantidad de nacionales que tenemos en nuestro territorio.

El Código de Etica del Periodista Dominicano establece en su artículo 11 que el periodista defenderá la dignidad humana, la convivencia social y los valores esenciales de las comunidades. Los medios y los periodistas se deben a la gente. Están sujetas a normativas legales y morales que no deben ser transgredidas bajo ninguna cirncunstancia. La dignidad de la persona humana entra en este grupo.

Sabemos que el trabajo periodístico no siempre respeta la dignidad de las personas pero hay que hacer un esfuerzo. Respetar el dolor de nuestros vecinos es una forma de ayudar. El trabajo de los medios debe orientarse a promover la solidaridad. Reanimar e impulsar esfuerzos para hacer que la población supere paulatinamente el trauma del Terremoto.

Las imágenes que llegan hasta nuestros hogares son deprimentes y no encajan dentro del ejercicio ético de la comunicación. Podemos describir, narrar y televisar pero sin caer en "crónica roja". Hagamos gala de respeto y la solidaridad como siempre, pero paremos esta mala práctica.

El experto en Bioética, Dr. Miguel Suazo refiere que hay que reivindicar la dignidad humana no solo en Haití y no solo en catástrofes sino también cuando vemos por televisión cuando los llevan en un motor, en una camioneta, arrastrados por el asfalto “porque ya no sienten”. Es un tema a incluir en nuestra educación, sobre todo médica, en nuestras escuelas de medicina, hospitales, en la sociedad.

En ese mismo orden el destacado periodista colombiano Javier Darío Restrepo al responder a una pregunta sobre el asunto en su Consultorio Etico reponde que "si es para causar sensación o satisfacer la curiosidad morbosa del público e incrementar circulación o sintonía, es obvio que estamos ante una conducta contraria al deber ser ético". Sólo se deben publicar las imágenes que agregan valor al material informativos, sin ofender a los receptores.

No sólo sufren con este "bombardeo" los familiares, amigos y relacionados sino también la niñez que observa escenas extremadamente fuertes de muerte, dolor y desesperación. Volquemos nuestros esfuerzos al apoyo de la solidaridad sin agravar la dramática situación del pueblo haitiano. Honrar, honra.

Fabián Díaz Casado
15 de enero del 2010.

miércoles, 13 de enero de 2010

PERFIL DEL CANDIDATO.

"Los partidos, agrupaciones y movimientos políticos tienen la obligación de postular candidatos y candidatas que reúnan los requisitos mínimos de decoro, honestidad y compromiso. Deben brillar con luz propia como el Sol saliente". FDC/2019.

Las organizaciones políticas y los partidos son el medio constitucional para renovar los mandos político-administrativos en el país. Este relevo se efectúa a través de los procesos electorales que se realizan periódicamente bajo la sombrilla de la democracia representativa.

Dada la importancia de las instituciones políticas en el desarrollo y afianzamiento de la democracia representativa es necesario establecer unos perfiles para quienes aspiren hacer uso del derecho constitucional de ser elegido. Se impone definir los aspectos esenciales para optar a cualquier de los cargos instituidos por la normativa electoral y la Constitución de la República.

Hay serios cuestionamientos a la clase política y a la forma de selección por parte de los partidos políticos de los representantes de la ciudadanía para desempeñar cargos de diputados y senadores. Las críticas se han generalizado y abarcan a los regidores, síndicos, así como sus suplentes.

Las acusaciones giran en torno al origen del cargo que en algunos casos obedecen a acciones de simple compra y venta entre el aspirante y el partido u organización política que le postula. En esas transacciones no se toman en cuenta las cualidades morales, el comportamiento cívico o la vocación de servicios del aspirante. Muchos espacios han sido copados por potentados económicos y famosos, sin mérito, trabajo político o compromiso socio-político.

La posición económica o la fama no son suficientes para optar por un cargo electivo. Quienes aspiren a dirigir asumen un compromiso con los electores que depositan en él su confianza para que les represente. Deben ser personas con un alto sentido del deber, gran sensibilidad social, solvencia moral probada, tolerante, humilde y pluralista.

Esto ha generado un aislamiento de los líderes sociales y comunales y profesionales independientes, que califican la actividad política como denigrante. Esta peligrosa tendencia deja el camino abierto a quienes afirman que la política no es para gente seria cuando realmente es todo lo contrario.

A esto se le agrega la incapacidad de la Junta Central Electoral para inhabilitar a quienes hayan incurrido en actos reñidos con la moral. Es preocupante la complicidad de las autoridades políticas en la asignación de candidaturas a personeros que buscan proteger intereses objetables.

El tema adquiere relevancia a propósito de las frecuentes denuncias de que la delincuencia y el crimen organizado han estado detrás de candidaturas e incluso que delincuentes o sus testaferros se han colado y han salido electos. De ser así, estamos ante una seria amenaza que corroe las bases del sistema político, democracia representativa, los partidos políticos y las instituciones sociales en sentido general.

Esta preocupante situación advierte el deterioro de los mecanismos de control interno de los partidos políticos, la falta de sanción social y moral, así como la incapacidad de la Junta Central Electoral para descalificar a quienes no reúnen los requisitos para postularse. Como es posible que lo que debe ser un condenado a pena máxima se convierta en una autoridad legitimada por el voto popular.

Hay que pedir la ampliación de las exigencias y requisitos para ser miembro de un partido y más aún para quienes aspiren a postularse a cargos electivos. Hay que ampliar el catalogo definido en la Carta Magna para evitar que la actividad política se convierta en el escudo para proteger a delincuentes en perjuicio de quienes asumen la política y los partidos como el medio ideal para servirle a la sociedad.

Por eso es tan importante sancionar las prácticas de clientelismo político para evitar que haciendo uso del poder económico y burlándose de de la pobreza de la gente se impongan candidatos cuyas andanzas no se correspondan con los principios de convivencia social civilizada.

El clientelismo tiene que ser tipificado como delito electoral y sancionado con la degradación cívica, el impedimento de postularse en dos períodos, así como una multa de 13 salarios mínimos. Comprar cargos, conciencias y lealtades son actos de perversión política que envilecen a quienes los practican, denigran la condición humana, pervierten la institucionalidad y corrompen cultura política.

Corresponde a los partidos políticos hacer una selección transparente para impedir a toda costa que los delincuentes obtengan nominaciones a cargos electivos. Es la Junta Central Electoral el organismo responsable de fiscalizar a los aspirantes, depurarlos e invalidar las postulaciones sucias.

Finalmente, está en las manos del votante negarle rotundamente el voto a los partidos o personas que pretendan colocarse al servicio de la delincuencia y el crimen organizado.

martes, 12 de enero de 2010

PERSPECTIVAS DE LA SOCIEDAD DEL SIGLO XXI.

“El Siglo XXI estará dirigido por los hijos del Siglo XX y no se puede dirigir en el Siglo XXI con el mismo patrón del Siglo XX. Eso arruinaría las posibilidades de avanzar en la construcción de una sociedad política-económica-social y culturalmente superior. Una sociedad justa, progresista, pluralista y solidaria.” FDC.

El siglo XXI ya está en marcha, movido por la Nanotecnología, Biotecnología y la Física Cuántica. Las aspiraciones de los pueblos se ensanchan y los pechos de la juventud se hinchan con el afán de superación. Los logros científicos y las tendencias científicas plantean grandes desafíos a las presentes generaciones. Aplicar esos adelantos en el mundo político para construir una mejor sociedad se convierte en una primerísima necesidad.

Reconquistar políticamente la ciudadanía, poniendo especial atención en la juventud y la adolescencia ha sido siempre una de las aspiraciones de los pueblos. Elevar la cultura cívica, alfabetizar políticamente a la gente, fortalecer los principios y los valores éticos son tareas impostergables en la construcción de la ciudadanía del presente. Es sabido que nadie se le puede obligar que cumpla con lo que no le hemos enseñado.

Son los jóvenes quienes disponen de mayores potencialidades para aprovechar e incorporar favorablemente los adelantos científico-técnicos de la sociedad la información y del conocimiento que caracterizan el mundo moderno y postmoderno. Aprovechar esas ventajas implica un compromiso constante con la política y la cultura cívica. Se necesitan buenos dirigentes para avanzar en este complejo mundo. No se puede prescindir de las instituciones políticas, del Estado y del gobierno.

Una década ha transcurrido del presente siglo y los horizontes permanecen inciertos para quienes aspiran a construir una sociedad fundamentada en la justicia social. Aprovechando los adelantos teológicos y las fuerzas transformadoras de la juventud dominicana se pueden superar las brechas, que en materia de pobreza y exclusión agobian a la sociedad dominicana.

La alta meta soñada por millones de mujeres y hombres que desde muy desde la adolescencia han encarado con determinación colérica, las complejas adversidades del agreste entorno político-social-económico y cultural que les ha impuesto, donde ha sido siempre manipulada, ignorada y reprimida se han impuesto y sobresalen. Retan con inusitado coraje el pesimismo y las desesperanzas. Se lanzan con bizarro arrojo tras la conquista de sus sueños, regando muchas veces, con su propia sangre, el tortuoso camino hacia el éxito.

Las fuerzas juveniles y los que piensan como jóvenes saben y ha de venir de atrás con pasos firmes y decididos, perseverantes para sobreponerse a las lacras heredadas. Blandiendo con orgullosamente la divisa del honor y el decoro se impondrá a las dificultades presentes y a las amenazas futuras. Así trascurrió el siglo XX, lleno de enseñanzas, de sueños interrumpidos, de hazañas heroicas inconclusas, de utopías postergadas.

Como bien dejó establecido el destacado humanista ginebrino J. Jacobo Rousseau, en su inmortal obra del Contrato Social: “Renunciar a la libertad es renunciar a la calidad de hombre, a los derechos de la Humanidad, incluso a sus deberes. No hay recompensa posible para aquel que renuncia a todo. Tal renuncia es incompatible con la naturaleza del hombre; y quitar toda la libertad a la voluntad es quitar toda la moralidad a las acciones”. Así es sin más. La lucha es el camino del progreso y la justicia social es la divisa que le guíe.

En necesario aclarar la negra nube de la desesperanza que arropa a la mente de la juventud en su búsqueda afanosa de referentes éticos que se correspondan con sus altas expectativas de progreso individual y justicia social. Se requiere de una clara visión estratégica, combinada con la eficiencia táctica de las acciones. Esa debiera ser la meta suprema de quienes aspiran a transformar la sociedad.

La experiencia muestra todo lo contrario, la vida juvenil se mueve como un barco a la deriva. Sin rumbo fijo y con el timón averiado. Los remos de la entereza y de la fuerza de voluntad no son suficientes para cubrir el vasto espacio entre el desarrollo individual y el estancamiento colectivo. Se requieren acciones contundentes que trancen las líneas que se enrumben por las sendas de la justicia, la equidad y la inclusión.

La sociedad dominicana reclama de sus hijos el sacrificio y la entrega para avanzar hacia un punto mínimamente decente en la escala de valores del buen vivir. El país reconoce la importancia y la vitalidad de los más jóvenes para acometer la utópica tarea de la transformación positiva. Se apuesta a ellos pero no se invierte adecuadamente en los sectores estratégicos.

¿Cómo lograr avances significativos o el progreso anhelado cuando no se piensa en las necesidades de los grupos que sirven de fundamentos y soporte en los procesos de cambio positivo? En la juventud, en los adolescentes y en la niñez reside el insumo de la transformación social. Obviarlos, excluirlos y marginarlos al momento de diseñar las estrategias políticas de desarrollo es someter al mundo a la dolorosa tortura del estancamiento. Construir con su fuerza indómita y tenacidad la sociedad revolucionaria y progresista del Siglo XXI.

Caminar sin caminos y hacer camino al andar, como dijo Antonio Machado. Esa ha sido la estrategia escogida por quienes prefieren morir de pie a vivir eternamente arrodillado ante la injusticia mundana que imponen los sectores de poder. Abonar esa semilla es el gran deber de los continuadores de las largas luchas inconclusas por la emancipación integral del pueblo dominicano.

Vilipendiado, pisoteado, oprimido y maltratado, el pueblo dominicano ha mantenido vivo el ideal de justicia social, paz y progreso. Los jóvenes han estado siempre presentes. La lucha no concluye, es continua y el cambio es constante. Dijo José Martí que mientras hay hombres sin decoro, hay otros que llevan es sí el decoro de muchos hombres. En esos hombres va la dignidad humana, va un pueblo entero.

No hay noche que no amanezca ni plazo que no se cumpla. Acompañado de merengue, bachata, bolero, o salsa caminan los dominicanos hacia la meta de la realización personal y colectiva que les permitan lograr sus sueños de libertad, justicia y equidad. Afinar la puntería y ampliar horizontes. Abrir brechas en la manigua social y cerrar filas con la inquieta juventud permitirá entrar con éxito a la historia.

Hasta hoy ha costado mucho pero ha llegado el momento de dar el paso. La sociedad dominicana se sacudirá cual volcán en erupción y hará saltar en mil pedazos la pérfida indiferencia, que acompaña el pesimismo enfermizo que caracteriza la convivencia de los dominicanos. Estos vicios impiden el desarrollo de la capacidad crítico-propositiva. Recordad a Betol Brech que hay hombres que luchan un día y son buenos. Hay otros que luchan un año y son mejores; pero los que luchan toda la vida, esos son los imprescindibles.

Armados de ese instrumental teórico y motivado por sus altas aspiraciones los sectores juveniles lograrán afianzarse en una cultura política que sirva de soporte al hombre nuevo. Hay una realidad adversa que desafía las habilidades de mujeres y hombres que sólo será revertida favorablemente cuando entronicemos en la conciencia colectiva la cultura cívica que sirva barrera a la impunidad y como soporte a las relaciones entre gobernantes y gobernados.

Ya lo dijo el patricio Juan Pablo Duarte: "Mientras no se escarmienten a los traidores como se debe, los buenos y verdaderos dominicanos serán siempre víctimas de sus maquinaciones". Así de drástico habrá que ser a la hora de pedir cuentas a quienes han pervertido las prácticas políticas, y la sociedad, convirtiendo la ciencia del poder en un mercado de compra y venta. La juventud construye con sus actos la historia. Los ejemplos de heroicidad y osadía juvenil sobran.

Construir la sociedad del Siglo XXI requerirá esfuerzos titánicos para superar los dogmas pesimistas del siglo pasado que impidieron la coronación de los procesos de transformación social, iniciado por las masas juveniles. Construir una nueva sociedad es tarea de todos los sectores que conforman la sociedad pero la responsabilidad mayor es de la juventud.

De la inteligencia que demuestre para dirigirse depende el éxito de la sociedad. En la República Dominicana hay multiplicar el paso dado los evidentes retrasos en el desarrollo político que se observan en la juventud, así como el acentuado déficit de ciudadanía que padece el pueblo dominicano. No hay noche que no amanezca ni plazo que no se cumpla. La luz de la inteligencia y razón combinada con las energías juveniles hará saltar en mil pedazos estos sistemas injustos, excluyentes y corruptos.

DEFICIENCIAS DEL SISTEMA POLÍTICO ELECTORAL DOMINICANO.

“La ignorancia genera confianza más frecuentemente que el conocimiento. Son los que saben poco, y no los que saben más, quienes afirman tan positivamente que este o aquel problema nunca será resuelto por la ciencia.” C. Darwin

El sistema político-electoral dominicano constituye un verdadero dolor de cabeza para quienes apuestan por la construcción de una democracia justa, duradera e inclusiva, legitimada por los usos y costumbres de la gente que deben ser el fundamento de toda legislación que rige el funcionamiento armónico de la sociedad.

Para tener una idea mas o menos clara de los tropiezos que ha impedido el desarrollo del Sistema Político-Electoral en la República Dominicano es necesario tomar en cuenta las características de la práctica política en el país, sobre todo aquellas relacionadas con la cultura política y el analfabetismo político mostrado por la mayoría de los actores que conforma dicho Sistema.

El problema tiene como telón de fondo las debilidades del ordenamiento jurídico, partiendo de la Constitución de la República y pasando por las leyes adjetivas hasta llegar a los pilares mismos del sistema democrático. Hay que democratizar a la Junta Central Electoral y promover una ciudadanización de la política para tener más y mejor democracia.

Hay que mirar con cierto grado de preocupación el debilitado proceso de ciudadanización y despolitización del pueblo dominicano, ya que el mismo explica en cierto modo mucha de las falencias presentes en el sistema institucional del país porque es de su seno de donde provienen los sujetos que luego conforma los partidos políticos y el cuerpo administrativo del Estado.

Así las cosas y aunque parezca contradictorio hay una relación directamente proporcional entre el escaso desarrollo político y la pobreza del ordenamiento político-electoral dominicano, léase clientelización e impunidad son los factores que reproducen la corrupción en sus diversas modalidades. Los fundamentos y esfuerzos deben orientarse hacia el fortalecimiento de la institucionalidad democrática y a la modernización de las instancias llamadas a dar forma a la institucionalidad democrática. Estos esfuerzos deben complementarse con el desarrollo de una cultura cívica democrática.

Para tapar un agujero en el techo primero hay que descubrirlo, extrapolando, es necesario tapar el gran hueco jurídico que afecta al sistema completo pero es en la Junta Central Electoral donde confluyen originando situaciones que ponen en riesgo no sólo la menguada credibilidad del organismo de comicios sino a la democracia misma.

Para corregir estas debilidades y las que pudieran presentarse en el futuro hay empezar por la forma de elección de los jueces de la institución y entrarle al mito de que el organismo debe conformarse con abogados, ya que se sabe que la función principal de la entidad es la de salvaguarda del sistema político electoral, incluyendo la certificación de las autoridades electas.

Hay que democratizar a la Junta para darle mayor autonomía en el manejo de las cuestiones que conciernen. Es necesario evitar los conflictos internos por tanto hay que reorganizar la actual estructura y transformarla en verdadero tribunal electoral, evitando lógicamente que sus integrantes se consideren que están por encima del Estado y de la Sociedad.

Este asunto pasa necesariamente por una Reforma Constitucional y por la creación de Código Electoral que incluya un efectivo sistema de responsabilidades para los jueces y funcionarios que tomen parte interesada en conflictos ajenos a sus funciones.

Se hace necesaria y urgente la búsqueda del consenso para la aprobación de una Ley de Partidos y Agrupaciones Políticas, debidamente validada, que regule a los entes fundamentales del sistema democrático y los responsables de impulsar los procesos de transformación de la sociedad.

Fabián Díaz Casado.
Distrito Nacional, Santo Domingo.
28/03/08

TRISTES RECUERDOS DE LOS DOCE AÑOS DE BALAGUER

"Los revolucionarios seguimos haciendo la revolución aún después de muertos, cuando ya no tenemos voz para propagar nuestras ideas, cuando ya no tenemos vida para empuñar un fusil, todavía nos quedan huesos para que sirvan de bandera". Amín Abel.

La República Dominicana ha sufrió una represión despiadada que alcanzó su cúspide en el período 1966 al 1978. La dictadura ilustrada encabezada por el Dr. Balaguer sirvió de plataforma y brazo ejecutor a la política de descabezamiento patrocinada por el imperialismo norteamericano del movimiento revolucionario después de la Guerra de Abril de 1965.
El accidentado proceso de construcción democrática se ha llevado la mayor parte del ideal transformador de la dociedad dominicana. Lo mejor de la juventud dominicana cayó bajo represión política y la intolerancia política impuesta por Balaguer y los invasores norteamericanos. Recordar y reconocer los esfuerzos, sacrificios y desvelos de la juventud dominicana es un homenaje a la memoria de los valientes que ofrendaron sus vidas en aras de la libertad y la justicia social del pueblo dominicano.

Algún día los sueños de los hombres y mujeres que hicieron de vanguardia en aquel duro período de la Guerra Fría y que resistieron los embates de la "Banda Colorada" y de los llamados incontrolables. La lista es larga y el recuerdo es amargo. Pero la peor amargura es convivir con la indiferencia y el olvido en que han caído sus menorias. Reconstruir la historia reciente es un acto de legitimidad justiciera. Mantener vivo el reclamo para que los responsables de las atrocidades de ese oprobioso período purguen sus penas es una tarea pendiente.

Hacer voto de compromiso para cumplir su gran taréa, aun inconclusa, es la mejor forma de homenajear a estos héroes. Fueron ellos/as quienen con mayor arrojo asumieron la tarea de orientar y guiar la lucha del pueblo en su afán por conquistar un espacio en templo de la dignidad.

¡Que no muera el ejemplo de los Palmeros!

¡ Morir por la Patria es seguir viviendo!

Una lista que recoge parte de los caídos.

Amin Abel Hasbún
Roberto Figueroa (Chapo)
Luis Manuel Naut
Homero Hernández
Henri Segarra Santos
Guido Gil Díaz
Sagrario Ercira Díaz.
Florinda Soriano.
Amaury German Aristy
Ulises Arquimedes Ceron Polanco
Eugenio Virgilio Pérez Perdomo
Bienvenido Leal Prandy
Otto Morales
Rafael Guillén
Baldemiro Castro
Númitor Elpidio Jiménez Sarnelly (Tito Monte)
Orlando MazaraFreddy Sosa
Ramón Emilio Mejía del Castillo (Pichirilo)
Juan Rafael Bisonó Mera (Juanchi)
Miguel Reyes Santini
Orlando Martínez Howley
Gregorio García Castro (Goyito)
Eladio Peña de la Rosa
César Augusto Suero (Flavio)
Luis Parris
*Manfredo Casado Villar.
*Milcíades Casado Villar.
*José Antonio Polanco Beato.
Francisco Antonio Estrella
Juan Castro Arias
Juan Montes de Oca
Mario Valderas
Serafín Santana Vilorio
Amado Santana Vilorio
Juan Zorrilla
Stalin García Muñoz
Pedro Enrique Melo
Sagrario Ercira Diaz
Doña Catalina Ortiz
Máximo Castro.
Máximiliano Gómez.
Miriam Pinedo.
Andrés Ramos Peguero
Víctor Fernando Checo
*Antonio Tejeda Santana
*Manuel Emilio Casado Jesus
Dionisio Encarnación
Luis Alberti de los Santos Frómeta
Radhames Almonte
Rubén Dario Sandoval
Radhames Santana Pelaez
Reyes Florentino Santana
Gerardo Bautista Gómez
Juan Angel Santos Peña
Guillermo González Vargas
Vicente Gónzalez
Pablo Liberato Rodríguez
Enrique Piera Puig
Francisco Antonio Peña
Agustín Castro López
Santiago Manuel Hernández (Mangá)
Julio Guzmán
José María Alvarez Peña (Boyoyo)
José María Fadul
Rafael Tavarez Miolán
Lorenzo Salazar
Leonel Lagrange
Anarda Casanova
Modesto Campusano Rodríguez
José Minier Fullson
Salvador Antonio Mercedes
Giavanni Gutierrez Castillo
Andrés Julio Martínez Rivera
Ramón Aristídes Pérez Valois
José René Rafael Javier Díaz
Ruddy Jiménez
Guillermo Rubirosa Fermín
Antonio Duvergé Núñez
Olegario Silverio Pérez
Gregorio Ferreira
Julio Natalio Brito
Ismael Pérez
Andrés Antonio Brito
Rafael Enrique Rodriguez Figuereo (Enriquito)
Rafael Candelario Mateo
Miguel Araujo Miranda
Angel Ricón
Andrés Domingo Hernández Peña
Hugo Eusebio Peña
Carlos Ramírez
Luis A. Vargas
Francisco José Alcántara
Salomón Lama
Julián Parahoy

*Los Expedicionarios de Caracoles, entre:

¡OTROOOOOOOOOOOOOOSSSSSSS!

lunes, 11 de enero de 2010

MANFREDO CASADO VILLAR.

"Los filósofos se han limitado a interpretar el mundo de distintos modos; cuando de lo que se trata es de transformarlo." Karl Marx.

Manfredo Casado Villar nació en la sección, hoy Distrito Municipal, de El Pinar en la provincia San José de Ocoa. Desde muy joven se integró a la lucha que libraban los campesinos por reivindicar su derecho a una vida digna. Se incorporó a los grupos que luchaban contra la dictadura ilustrada que encabezó el Dr. Joaquín Balaguer Ricardo en el tenebroso período de los 12 años.

Trabajó con los campesinos y formó parte de las unidades de resistencia armada que se desarrollaron en las comunidades de San José de Ocoa. Se radicó en la laboriosa comunidad de Los Martínez, un lugar de difícil acceso donde desarrolló una intensa labor de orientación política y trabajo comunitario. Los Martínez se han caracterizado por ser conjuntamente con la comunidad de Parra por su lucha para conquistar la tierra vía la organización social de los comunitarios.

Salió del país con destino a Cuba y se integró a los grupos en el exilio. La tierra de Martí, de Antonio Maceo, Julio Antonio Mella y de Fidel Castro le cobijó y en ella se integró a la unidad guerrillera que dirigió Claudio Caamaño Grullón con quien llegó al país en 1975, conjuntamente con Toribio Peña Jáquez. Este destacamento guerrillero se internó en las montañas y tras una tenaz persecución de las fuerza balagueristas, dos de los expedicionarios fueron apresados sin oponer resistencia en la zona de San Cristóbal.

La oficialización de la noticia por parte de las Fuerzas Armadas a principios de junio sobre la presencia en suelo patrio de Claudio Caamaño, Toribio Peña Jáquez y Manfredo Casado Villar activó los cuerpos represivos. Se agudizó la represión y se inició la cacería de los expedicionarios. Tanto Cluadio como Peña Jáquez eran veteranos de la Guerra de Abril de 1965 y de la Guerrilla de Caracoles de 1973, comandada por el coronel Fracisco Alberto Caamaño Deñó. Manfredo era un experimentado dirigente revolucionario de San José de Ocoa.

Los revolucionarios fueron transportados al país por tres puertoriqueños que fueron apresados y condenados a 5 años de trabajo público. Balaguer los indultó en noviembre del mismo año,(Listín Diario 18-12-1975). Queda pendiente aclarar los vínculos de los guerrilleros en el país, así como las fuerzas políticas que los apoyaron. Cabe aclarar que ninguna fuerza se atribuyó el patrocinio de la expedición y los principales líderes negaron cualquier vincualación con los guerrilleros. Una vez más.

Fernándo Infante citando a la prensa de la época, refiere que el 3 de octubre Claudio y Toribio fueron capturados en forma pacífica en un campo de San Cristóbal, luego de movilizarse en esos lugares desde su desembarco.

Según reseña El Nacional del 6 de octubre de 2009, Casado Villar cayó abatido el 8 de octubre de 1975, luego que la Policía le tendiera una emboscada en que también cayeron su hermano Milcíades, José Antonio Beato, y Francisco Antonio Estrella, choferes afiliados al desaparecido Unión Nacional de Choferes Independientes (Unachosín).

Listín Diario referido por Infante establece que la muerte de Manfredo y sus acompañantes se produjo el 10 de octubre en la sección de Lucas Díaz, en San Cristóbal. Según versiones el guerrillero olvidado se había ro varias costillas en las montañas y se refugió en la zona de Sabana Buen, en Peravia desde donde se planeó su entrega, bajo garantía de respetarle la vida. Traicionados, según algunos testimonios, fueron interceptados por las fuerza represivas y asesinados

Conforme a los medios de la época, los agentes del Servicio Secreto de la Policía que dirigieron la operación ocupaban el carro placa 04737 de Radio Patrulla, y los cuatro cadáveres fueron levantados ante la presencia del doctor Rafael Encarnación Uribe, Fiscal de San Cristóbal, en compañía del médico legista quienes ordenaron que fueran trasladados a la morgue del hospital Juan Pablo Pina pero los cuerpos de los tres acompañantes de Manfredo fueron llevados al hospital militar Litghow Ceara y posteriormente entregados a sus familiares, mientras que el cadáver del ex guerrillero fue retenido por las autoridades policiales y nunca revelaron su destino final. (El Nacional, 6/10/2009)

Hasta la fecha no se tiene certeza del paradero de los restos de este aguerrido revolucionario. Olvidado por la historia, su pueblo, su país, sus amigos. Sus restos descansan en algún lugar ignorado de la tierra que le vio nacer, abonando con su cuerpo el espíritu rebelde de su amada Quisqueya. Algún día levantaremos las rocas que resguardan los restos del heroico patriota ocoeño.

Dirigente campesino, revolucionario, ciudadano ejemplar. Combatiente por la justicia social y la instauración de un régimen democrático revolucionario en la República Dominicana. Un soñador visionario que anticipó los procesos de cambios que hoy estamos viviendo. Un luchador que siguió el ejemplo de patriotas como Hipólito -Polo- Rodríguez, Orlando Mazara, Francis Caámaño y sus compañeros; así como Loro Casado y Papi Tejeda, hijos de San José de Ocoa.

Rescatar su memoria es un acto de justicia ¿Quiénes eran sus compañeros en Ocoa? ¿Cuál fue su trabajo? ¿Qué piensa su familia? ¿Cómo se organizó la expedición de que formó parte? ¿Quiénes impulsaron el desembarco de los trinitarios del 1975? ¿Cuáles eran sus planes? ¿Dónde están los restos de Manfredo? ¿En qué gaveta están guardadas sus memorias? ¿Quienes le asesinaron? ¿Dónde está la verdad y qué dará las respuestas?

Estas preguntas y otras tantas deben ser respondidas por los protagonistas. Es tiempo de que salga a la luz de la estrella regulgente que inspiró la lucha de la sociedad dominicana en los tiempos de Don Elito y que llevó a Manfredo a la lucha armada. Este intento por documentar estas acciones está en proceso y las informaciones aquí referidas tienen una carácter preliminar. Se completará paulatinamente !Quien tenga que decir, que diga!

domingo, 10 de enero de 2010

FIDEL, El CHÉ Y RAÚL: GRANDES QUE SE AGIGANTAN.

"Revolución no es una palabra que lleva en la boca para vivir de ella". Ché Guevara. 

El 26 julio de 1953 se inicia para los cubanos la lucha definitiva contra la tiranía impuesta por los Estados Unidos a través de sus representantes en la Habana. Un grupo de jóvenes liderados por Fidel Castro Ruz intentó tomar por la fuerza el emblemático Cuartel Moncada. Por muchas razones la toma no se produjo y cayeron en la acción valiosos líderes entre los que se destaca la figura de Abel Santamaría.Reducidos a prisión, luego de una tenaz persecución unos y fusilados otros.

Se inicia así lo que se conoce como la prisión que culminó con el famoso juicio a los revolucionarios donde el Dr. Fidel Castro Ruz defiende su causa personalmente el famoso juicio 37. Deja sentada las bases programáticas para las acciones futuras en la Historia me Absolverá donde magistralmente expuso los argumentos que justificaban su actuación frente a la oprobiosa tiranía batistiana. Una vez liberados y enviados al exilio, los sobrevivientes se reagrupan en Méjico y preparan la expedición del Granma en 1956.

En la tierra de Emiliano Zapata se le une el legendario Ernesto Guevara de la Serna, quien se incorpora como el médico de los expedicionarios. Ya en la Patria de Martí e iniciadas las acciones el Movimiento 26 Julio asume la coordinación de los revolucionarios cubanos y empieza a enviar refuerzos para conformar los frentes que más tarde se convirtieron en un azote para las huestes oficialistas.

Superados los tropiezos iniciales donde los expedicionarios estuvieron a punto de ser aniquilados empezó a constituirse un verdadero ejército rebelde gracias a la fortaleza de los principios martianos en los que se sustentaban los rebeldes. El tiempo transcurría y las fuerzas revolucionarias se afianzaban. El liderazgo revolucionario se hacía experto y la ciudadanía, especialmente los campesinos y los estudiantes.

Fidel, Camilo, Raúl, el Ché y Almeyda guiaban las huestes revolucionarias en cada acción. Cada uno comandaba un frente. Desmoralizado y acosado por la resistencia y la guerrilla el régimen de Fulgencio Batista se resquebraja, es derrotado y sus principales cabecillas se fugan. A finales de diciembre la situación es insostenible para la dictadura. El acoso rebelde y la desmoralización del ejército provocada por los audaces ataques de los revolucionarios minan los cimientos de Batista.

La estrategia revolucionaria triunfa, los rebeldes entran a la Habana y se inicia la transformación de la sociedad cubana el 1ro de enero de 1959. Fidel entra en la Habana el 8 de enero y mantiene la unidad del ejército rebelde para garantizar la instalación del gobierno revolucionario.Así se inicia el proceso de transformación de la sociedad cubana que hoy celebra 51 años de existencia formal. Pasado ese tiempo los protagonistas de aquella epopeya se agigantan. Su ejemplo heroico marca la senda de la lucha de liberación nacional en América Latina.

La evidencia de los logros de la revolución cubana supera los caprichos de quienes insisten de denostarla. La solidaridad, el desarrollo educativo, los avances en la salud, los deportes, en la cultura, en la agricultura a pesar del aberrante bloqueo USA constituyen una verdadera y loable proeza. Como bien ha señalado su mentor y del pueblo cubano en la historia me absolverá es el tiempo y la historia la que se encargará de colocar en su justo lugar las acciones de esos prohombres que supieron interpretar las circunstancias que padecían sus conciudadanos.

La cubana ha sido una revolución única en género. Hecha por el pueblo, con y para el pueblo. Es una luz que brilla con luz propia el firmamento político del Siglo XXI. El mundo ve con admiración la entereza y el compromiso ético instituido por los rebeldes desde su estadía combativa en las montañas de la Sierra Maestra. La fuerza moral y la bravura del pueblo cubano se puso de manifiesto, una vez más, en Playa Girón para derrotar a los mercenarios gringos en 1961.

viernes, 8 de enero de 2010

BRECHA ETICA.

"La impunidad es una de las peores formas de corrupción”.


Hay una enorme brecha entre los discursos y las prácticas de convivencia ciudadana. Traducido al mundo político este postulado adquiere ribetes preocupantes. Se ha afirmado, con razón que la política ha perdido su esencia. La impunidad y la falta de sanción social y moral contra quienes utilizan la actividad política para lucrarse, incentivan el fomento de prácticas corruptas en el accionar político.

Cuando nos referimos a la brecha ética, asociada a la práctica política nos afincamos en que la mayoría de los políticos, por no decir todos, conocen lo que es bueno y lo que es malo. Saben lo que deben y no deben hacer. Faltan a la ética y la moral con plena conciencia. Calculando los beneficios. Actuando muchas veces amparados en la defensa de los mismos valores que transgreden.

Se habla frecuentemente de una doble moral pero quienes faltan de forma conciente y calculada se exponen al descrédito ¿Cómo van a tener doble moral quienes transgreden las normas socialmente aceptadas como morales? Quienes asumen un comportamiento antiético, sencillamente no tienen ninguna moral. Constituyen una especie de analfabetos morales con serios trastornos de comportamientos. Concientes de los perjuicios que causan a la sociedad con sus actuaciones, se convierten en inmorales, pervertidos enfermizos e irresponsables, cuyo comportamiento debe ser sancionados socialmente. Se impone una aclaración sobre este aspecto tan enraizado en la cultura popular.

Para citar algún ejemplo que sea equivalente podemos citar el caso de los juristas. Es muy frecuente ver y escuchar a profesionales del derecho violentar deliberadamente las leyes. A estos le debe corresponder una pena doble por las faltas cometidas. Así las faltas éticas deben ser sancionadas ejemplarmente, dado el potencial destructivo que conllevan para la sociedad. Cuando estas faltas se dan a nivel político y se acompañan de la perniciosa impunidad que comúnmente se da en ese ámbito sus estragos son letales.

Los principios éticos y los valores morales no pueden ser utilizados como un traje, cuyo uso depende de las circunstancias y el contexto. Su práctica tiene que ser algo permanente. Una cuestión de principios. La falta de sanción social y moral generaliza la perversión de los valores éticos. Esa impunidad cuando alcanza la práctica política se convierte en una seria amenaza para la estabilidad del sistema y la democracia política.

La impunidad es una de las peores formas de corrupción y en la política se expresa a través de contubernios, trafico de influencias, complicidades y otras expresiones clientelistas que lesionan seriamente la estructura institucional de la sociedad. Quien propicia o defiende la impunidad se hace cómplice y responsable de sus efectos. Lo mismo vales para quien comete el delito o falta como para el que lo tolera o impide su sanción.

La onda expansiva de los comportamientos antitéticos y amorales, tienen que encontrar un repudio social masivo y contundente. La sociedad que no dispone de sistemas institucionales de consecuencias funcionales sólo le queda recurrir a la sanción social y moral. De otro modo, se corrompe a grado tal que puede caer en la anomia que destruya los fundamentos de la convivencia social.

Ética y práctica política tienen que funcionar en el mismo plano. La ética no sólo debe acompañar la práctica política sino que debe servir para controlarla. No hay ni puede haber razones que justifiquen la corrupción política imperante. Política bien ejercida refuerza los principios éticos y los valores morales. Fortalece la cultura cívica y rechaza la impunidad o cualquier tipo de privilegio.

Comprometerse a promover los principios éticos y los valores morales tiene necesaria e irremediablemente que prescindir de asumir los postulados éticos como un discurso. Tiene que asumirlos como una filosofía de vida que pueda servirle a los demás como un referente para su actuación. Como decía Emmanuel Kant: actúa de forma tal que tu comportamiento se convierta en legislación universal.

Fabián Díaz Casado.09 de diciembre de 2009.

jueves, 7 de enero de 2010

¿VOTAR Ó NO VOTAR?

“Si me caí era por que estaba caminando. Y caminar vale la pena aunque te caigas”. Eduardo Galeano. 

La ciudadanización de la política en América Latina se afianza cada día. La República Dominicana es arrastrada por esa ola que lleva consigo tanto ventajas como desventajas. Aparecen nuevas modalidades canalización de las aspiraciones y de las emociones electorales. Surgen así expresiones como el voto en blanco o el reclamo de inclusión de una casilla adicional en la boleta de votaciones que permita votar por ninguna de las opciones propuestas.

Recientemente un grupo de ciudadanos se presentó a la Junta Central Electoral exigiendo la inclusión de esa opción en la boleta 2010-2016. Activaron su derecho a ser escuchado, planteando su posición respecto a la participación electoral y la imposibilidad normativa de rechazar las candidaturas propuesta por los partidos políticos. No obstante, su propuesta fue rechazada por el Tribunal de Comicios, a pesar de que quienes la formulan son personas concientes de sus responsabilidades ciudadanas. Se alegó la inconveniencia de esta modalidad y es esta vez la negativa tiene sentido. Votar por ninguno no inclina la balanza hacia el fortalecimiento e institucionalización del sistema político y de la democracia electoralista que nos gastamos.

El reclamo tendría sentido si surtiera algún efecto en la conformación de los gobiernos pero este no es el caso. Tradicionalmente sectores políticamente formados, vinculados a las organizaciones de izquierdas se han abstenido o han votado en blanco en los procesos electorales. Esas expresiones no han modificado la conducta de los sectores conservadores y liberales que han controlado los espacios del poder político en el país.

Los votos de quienes se abstienen políticamente conciente han sido incluidos como nulos, por tanto da igual votar en blanco, por ninguno o anular el voto. Lo correcto y conveniente para la democracia sería promover la participación razonada, responsable y comprometida de la ciudadanía en la actividad política. Es de esa ciudadanía de donde se nutren los partidos y agrupaciones políticas, así como los dirigentes de todos los estamentos de la sociedad.

Reforzar y promover el civismo ciudadano para incidir en la cultura política permitiría elaborar propuestas electorales inclusivas, confiables y transparentes. Superar el acentuado analfabetismo político que padecemos sacaría a los delincuentes de la actividad política y permitiría la entrada al escenario de la gente que tiene vocación de servicio, legitimidad social y compromiso ético con su pueblo.

Acercarse a ese punto no se logra con la inclusión en la normativa de una opción para rechazar las ofertas propuestas, anulando el voto, absteniéndose o votando en blanco. Se logra con mayor participación, asumiendo la defensa y la presentación de opciones alternativas que respondan a las expectativas de la mayoría. Eso se entendía y hasta se justificaba en épocas de represión e intolerancia política pero no en los tiempos actuales.

La cuestión no es de rebeldía electoral sino de participación responsable y compromisos para mejorar la calidad de la política. Institucionalizar la democracia tiene un alto costo para la ciudadanía pero es necesario apoyarse en los mecanismos institucionales para canalizar las aspiraciones de los pueblos. La crisis de los sistemas políticos se explica, en cierto modo por el desinterés de los sectores sociopolíticos que se autodefinen como progresistas y su autoexclusión de las lides electorales.

El postulado linconiano de que la democracia es el gobierno del pueblo y para el pueblo tiene que expresarse en la práctica pero debe construirse desde posiciones constructivistas. Esas posiciones tienen que fundamentarse en un trabajo permanente que facilite el afianzamiento de la institucionalidad política, expresada en partidos y organizaciones políticas renovadas. Hay que hacer más funcional a la democracia y eso no se logra con simples formalismos normativos. Se construye con acciones crítico propositiva que impulsen la participación activa de la ciudadanía en la actividad política. Es necesario reforzar el liderazgo político social para avanzar hacia una democracia de y para la gente.

El reclamo de los derechos fundamentales de la ciudadanía se refuerza con el desarrollo de liderazgos que asuman la actividad política como un compromiso no como un negocio. Logran esta meta no es una tarea fácil pero el costo de no intentarlo sobrepasa cualquier expectativa. Hay que reasumir la fundamentación ética de la política, enamorarse de ella y establecer los mecanismo que permitan avanzar en la construcción de una sociedad justa y solidarias.

Los partidos y agrupaciones políticas siguen siendo el principal instrumento de la democracia. El sistmema político dominicano tiene que ciudanizarse e institucionalizarse. Si esto se agrega una ciudadanía políticamente alfabetizada, responsable, crítica y conciente, que produzca los liderazgos que se requieren para avanzar, tendríamos sin ninguna duda una democracia de calidad, inclusiva, solidaria y funcional. Las prácticas democráticas se afianzan cuando la gente se siente identificada en las opciones propuestas para representar a la sociedad en los espacios de poder.

Hoy la democracia se orienta hacia una mayor participación de la ciudadanía en la toma de decisiones. Los partidos y agrupaciones políticas tienen que compartir la gobernabilidad con las organizaciones sociales, los gremios y los distintos grupos de intereses. Un sistema político sin esos contrapesos está incompleto y no merecen llamarse democrático. Una democracia coja no avanza. El contrapeso ciudadano es clave para mejorar la calidad de las instituciones políticas. Los liderazgos tienen que enrumbarse por la senda del buen vivir.

En conclusión dejar abierta la opción de rechazar las propuestas electorales presentadas en los procesos comiciales sirven para expresar nuestro descontento pero incide muy poco en la calidad de la democracia. Quien no resta al contrario lo apoya indirectamente. Los esfuerzos deben dirigirse al fortalecimiento del sistema político y a la ampliación de las bases de la democracia, potenciando los mecanismos de participación directa, incluida la participación electoral. El referendo revocatorio puede ser una opción más realista.

A pesar de las debilidades e impedimentos la prudencia aconseja disfrutar del "derecho a elegir y ser elegido" para aumentar las posibilidades de institucionalización del sistema político, del Estado y del gobierno. En las reformas electorales pendientes se pueden incluir una variedad de opciones que permitan mejorar la calidad de la democracia y adecentar la actividad política en el país. Se deben eliminar las lacras que generan el desafectos evidentes y la falta de confianza que el actual modelo presenta. Cerrando las compuertas del clientelismo o cualquier otra práctica de corrupción y perversión política.