miércoles, 4 de julio de 2018

¡BASTA DE INJERENCIA, MANIPULACIÓN, SAQUEO, ESPEJISMO Y AGRESIÓN!



"Con la guerra aumentan las propiedades de los hacendados, aumenta la miseria de los miserables, aumentan los discursos del general, y crece el silencio de los hombres"Bertolt Brecht 

El gobierno de los Estados Unidos sigue mirando al continente del que forma parte como su patio trasero y eso es intolerable e inadmisible en el Siglo XXI. Colocándose por encima de las normas que rigen la convivencia pacífica entre los pueblos y menospreciando las organizaciones internacionales hacen y deshacen en todo el mundo. Pretenden asumir el papel de “policía mundial” para imponer sus caprichos.

América Latina y El Caribe ha sido víctima de agresiones constantes por parte de los Estados Unidos desde que surgió el Estado USA. Sus pretensiones neocolonialistas han constado muchas vidas latinoamericanas y caribeñas. La lucha y la resistencia han sido sistemática contra esas pretensiones. El movimiento progresista y revolucionario han sabido marcar la pauta y exigir respeto a la dignidad, y el decoro de los pueblos latinoamericano.

Basta mirar la historia política de América Latina para entender las características perversas de la política exterior de los Estados Unidos de Norteamérica. Durante los siglos XIX y XX impusieron dictaduras, derrocaron gobiernos, se apoderaron de territorios y corrompieron las nacientes instituciones. Invadieron, ocuparon, saquearon, derrocaron y mataron presidentes torturaron e impusieron su voluntad con las excepciones heroicas que bien relata la historia. Sembraron el continente de guerras y violencia política.

Estado Unidos entra al Siglo XXI tan desgastado y corrompido como concluyó el Siglo XX. Utilizando las manidas excusas de combate al comunismo primero y luego el narcotráfico ha sembrado al continente de bases militares. Esa historia está ahí y no hay que dar muchas explicaciones. Solo agregar que la bestialidad del imperialismo yanqui y sus socios en América Latina y el mundo sigue siendo una amenaza para la paz y la estabilidad social.

La política exterior de USA, ejercida desde sus embajadas y ejecutada a través de las agencias que patrocinan, incluidas fundaciones que se declaran intenciones altruistas, son reforzadas con las visitas periódicas de funcionarios de primer nivel. Es el caso del vicepresidente del gobierno de Donald Trump y Mr. Mike Pence, quien con frecuencia realiza periplos injerencistas por la región. No bastan  las decenas de bases militares, los centenares de asesorías de sus agencias ni el intercambio de información con agencias nacionales. Hay que garantizar que las voces estadounidenses se dejen sentir.

Este señor y su gobierno están promoviendo abierta y descaradamente la desestabilización y el golpismo en América para imponer su estrategia de "América para los Americanos". Es decir, América para los yanquis. Si Mr. Mike Pence no respeta a los gobiernos democráticos y legítimos, la soberanía y la autodeterminación de los pueblos debiera ser declarado persona no grata en América Latina y El Caribe. Esa tarea le toca al liderazgo progresista y revolucionario. Ser indiferente no es opción.

Unas veces presionan a las autoridades para que persigan al liderazgo progresistas para deslegitimar cualquier acción política que choque con sus intereses geoestratégicos, políticos y económicos. Otras operan directamente con y desde sus bases militares en acciones de espionaje y sabotaje. Desarrollan un activismo mediático que se traduce en “guerrilla mediática” para socavar las bases de los gobiernos progresistas.

Esas fuerzas antinacionales y entreguistas accionan sus recursos para perseguir políticamente, desestabilizar gobiernos, desacreditar y deslegitimar para generar las condiciones que indispongan a los gobiernos progresistas con los pueblos y bajo ese clima de agitación activar el golpismo siempre latente. Ahí entran en acción los recursos del imperialismo yanqui dentro de la llamada comunidad internacional. Es toda una trama perversa que debe ser contrarrestada con la acción popular y la renovación del compromiso ético con formas eficientes y transparentes de accionar política.

Promover la desestabilización política y la alteración de la paz social, violenta el sentido común y el marco normativo. Tanto la ONU como la OEA tienen en sus cartas la promoción de la paz y la prevención de la violencia como principios. USA y sus socios hacen uso antojadizo y selectivo de estos dispositivos. Igual sucedes con aspectos tan importante como los principios de no injerencia en los asuntos internos de otros Estados, el de autodeterminación de los pueblos y el  derecho a defender la soberanía.

Quienes prestan sus territorios para instalar bases militares y sirven de pivote al injerencismo yanqui se colocan a espalda de sus pueblos. Se pone del lado equivocado de la historia. Es tiempo de revisar la historia y la gente joven debe abrir los ojos porque USA pretende robarle la esperanza y el derecho a vivir en paz. América ha sabido enfrentar y superar imperios y esta no será la excepción.

Largo e ilegal bloqueo a Cuba, desestabilizan a Nicaragua, Agreden a Bolivia, derrocan gobierno en Brasil, Honduras, Paraguay, Haití y acosan a Venezuela, persiguen, manipulan y corrompen. La guerra económica y mediática junto al chantaje descarado de exigir a otros países lo que ellos no cumplen raya en la paranoia

¿Qué hace falta para que la gente entienda que los EE.UU son la peor amenaza para la paz mundial?¿No bastan las muestras de Oriente Medio y África, si es que no recuerdan la larga lista de agresiones del USA en América Latina y El Caribe?

Es tiempo de que los maestros y maestras, especialmente los de las Ciencias Sociales, en Latinoamérica y El Caribe, asuman su rol de explicar la historia política de la región a la luz de los hechos. Más de un siglo de agresiones debieran ser suficientes para entender las “intenciones de USA” para con América y El Caribe. El relato histórico muestra la saña con que el imperialismo ha impuesto su política a la región. Con puro garrote y un poco de zanahoria han condicionado a la gente para que valide sus políticas y es tiempo de superar el conformismo y la indiferencia.


Desde el Destino Manifiesto pasando por la Doctrina Monrroe hasta llegar a la Doctrina de Seguridad Nacional USA América y el Mundo han pagado un alto precio por las migajas que reciben del imperio yanqui y sus socios. Millones de muertos, desaparecidos y mutilados; decenas países destruidos, cientos de pueblos saqueados y agresiones y vejámenes de todo tipo.

¿Es ésto lo que queremos para nuestra América? Es tiempo de reflexión, de crítica y autocrítica. USA debe ver en la región a su aliada natural y aprovechar sus avances para promover alianzas ganar-ganar en base a respeto, cooperación y solidaridad. USA debe tratar de buscar formas productivas y respetuosas para gestionar las relaciones con otros estados. Nadie les da órdenes a ellos y por tanto, no puede imponer leyes extraterritoriales.

El intercambio debe ser natural dado la gran cantidad de latinoamericanos que viven en territorios norteamericanos y la cadena de relaciones comerciales que entretejen las relaciones de Estados Unidos con América Latina y El Caribe. Fortalecer y transparentar esos vínculos debiera ser la base de la política exterior USA, no la injerencia, la agresión, el chantaje y la conspiración contra gobiernos legal y legitimado con el voto popular.

Tras el derribo de las Torres Gemelas, el 11 de septiembre del 2001, las estrategia ha tomado un giro pero sobre el mismo eje injerencista y agresivo. Ya no es el comunismo o el narcotráfico; ahora recurren a la lucha contra el terrorismo para justificar sus acciones injerencistas. Bajo esa lógica corrompen la institucionalidad política, pervierten y manipulan al empresariado, adoctrinan y corrompen las instituciones armadas, debilitan las entidades financieras públicas, cooptan las organizaciones sociales y medios de comunicación. El objetivo es debilitar para controlar.

Ese es el juego en el que caen quienes aceptan financiamiento o favores de entidades vinculadas a lo que John Perkins llama gásteres económicos. En su lógica, el capitalismo funciona como salvaguarda a los derechos de la gente pero en la práctica es una forma despiadada de explotación. Unas veces promoviendo el endeudamientos externo que en República Dominicana supera el 50% del PIB en otros actuando a través de sus agencias. Cuando una ni la otra funcionan, recurren a los chacales. Usan la tasa del dólar y los precios del petróleo para manipular a otra economía.

Imaginemos un futuro desde nosotros y para nosotros, donde USA sea un socio, no un patrón. La autodeterminación de los pueblos, el respeto a la soberanía y el derecho a vivir en paz deben colocarse por encima de los intereses de personas, grupos o corporaciones transnacionales. No es una cuestión de real política, es una cuestión de derecho.

La manipulación, la injerencia, el saqueo, el acoso constante a los gobiernos que se colocan al lado del pueblo se ha vuelto normal en los primeros años del siglo que transcurre. La estrategia de “Golpe Suave” diseñada por Gene Sharp se ha puesto de moda y ha logrado sembrar violencia social, crisis política, desesperanza e incertidumbre en toda la región. Ante esta realidad hay que recurrir a la historia para encarar con la experiencia acumulada las perversas pretensiones del imperio yanqui.


Ante ese desafío se impone:

Los esfuerzos por crear un proyecto político alternativo que recoja las enseñanzas de las mejores prácticas de gobiernos progresista, socialistas o revolucionarios, evitando repetir errores y potenciando los atributos de un liderazgo comprometido éticamente con la implantación de un sistema de justicia social que supere el pesimismo y despierten la esperanza.

Trabajar en el diseño de una institución política que sirva de sustento a un proyecto orientado a crear las condiciones para lograr el desplazamientos de las fuerzas que han sembrado desesperanza.

Establecer un programa político auténtico fundamentado teórica e ideológicamente en las doctrinas del socialismo revolucionario que coloque a la gente en el centro de su accionar.

Fomentar un liderazgo con solvencia moral probada y legitimado socialmente, comprometido con los principios y valores que sustentan la justicia social.

El Proyecto Político Alternativo debe definir su ruta hacia el poder, mostrando una clara vocación de servicio y marcada visión de poder. La cuestión de la toma del poder se define una estrategia específica dependiendo de los cambios en el contexto político y cultural.

Crear un proyecto político propio que sirva de base al proceso de formación política, orientado a reforzar las capacidades de la juventud para tomar decisiones acertadas sobre el futuro que se construye.

Desarrollar una estructura política flexible donde se pueda integrar a todos los sectores que requieren orientación y formación para desarrollar sus habilidades y fortalecer sus capacidades.

Generar un cuerpo doctrinario centrado en el compromiso ético y la justicia social para avanzar en la construcción de una nueva cultura política, donde la democracia socialista sirva de base para la actuación del liderazgo emergente.

De igual forma se deben potenciar la incorporación de sectores sociales y sujetos políticos que apuesten a la transformación de la sociedad y potenciando sus capacidades para concretar los sueños de justicia social.

Esto debe complementarse con una estrategia de vinculaciones efectivas con sectores sociales vinculados al quehacer político.


Superar el analfabetismo político como forma de avanzar en el proceso de descolonización mental para generar las capacidades que permitan a la gente asumir un enfoque crítico reflexivo para abordar la realidad cotidiana y trasformar la sociedad.

¡Levantemos la frente para exigir respeto y reciprocidad!