miércoles, 20 de octubre de 2010

UNA PERTURBACIÓN INNECESARIA.


Señores/as Legisladores/as de San José de Ocoa.

Distinguidos/as señores/as:

Sirva la presente para comunicarle mi opinión respecto al proyecto de Ley recién aprobado por el Senado sobre el cambio de nombre de Municipios de San José de Ocoa por el de Padre Luis Quin. Entendemos que tal iniciativa no beneficia en nada a la comunidad ocoeña y en cambio, genera disgusto en la mayoría de la población.

El nombre actual fue oficializado en 1854 y obedece a cuestiones históricas y culturales de mucho arraigo. Es una combinación que reivindica la herencia aborigen y el patrón religioso. Es un bonito nombre. Es un valor que estamos llamados a preservar. Nuestro gentilicio es una marca que nos identifica donde quiera vamos.

Aprovecho para informarle que no se trata de negar los méritos, bien ganados, del Padre Luis Quin sino defender nuestro nombre marca e impedir que se imponga una normativa que obligaría a cambiar el gentilicio que con tanto orgullo exhiben los hijos e hijas de este laborioso municipio. Recurrimos a ustedes tomando en cuenta su alto grado de sensibilidad y partiendo de los fundamentos normativos contemplados en la Constitución de la República, la normativa adjetiva y el poder de la costumbre.

La Constitución de la República en su artículo 93, literal c, otorga al Congreso Nacional la capacidad de: “Crear o suprimir provincias municipios u otras divisiones del territorio y determinar todo lo concerniente a sus límites y organización por el procedimiento regulado en esta Constitución y previo estudio que demuestre la conveniencia social, política y económica justificativa de la modificación”.

No se conoce ningún estudio que justifique las pretensiones de cambio de denominación del municipio. Hay que tomar en cuenta la Ley No. 49 del 9 de noviembre de 1966, “que regula la designación de nombres a monumentos, lugares, calles u otros, si la persona está viva o dentro de los diez años de su fallecimiento, se requerirá una Ley. Así mismo, los ayuntamientos tendrán la facultad de designar los nombres de los parajes, a condición de ser sometidas al Congreso Nacional para su aprobación”.

También hay que tomar en cuenta la Ley 176-07 del Distrito Nacional y los Municipios, en su artículo 30, así como el artículo 45 al 59 del reglamento de aplicación de la Ley 200-04 que manda a someter a la consideración de la ciudadanía las decisiones que se tomen respecto a cuestiones que pudieran afectarle.

Es oportuno que como representantes de la provincia tomen en cuenta y respeten los sentimientos de arraigo y pertenencias de los munícipes de San José de Ocoa. Ojalá y ustedes contribuyan a mantener el histórico nombre-emblema del municipio que hemos heredado y que tan dignamente exhibimos.

Confiado en que la Cámara de Diputados haga uso de sus facultades valorando en el alcance de la impopular propuesta y concientes de la libertad de los legisladores/as para ejercer los derechos constitucionales.

Atentamente,

Lic. Fabián Díaz Casado.

domingo, 8 de agosto de 2010

VIVENCIAS ASEUNISTAS.

Asumí la Secretario General 1994-1995, luego de haber ocupado varios cargos en la Directiva. Fue una gran escuela para este servidor. Aquí dejo reseña de mi paso por esa entidad.

Llegué a la Asociación de Estudiantes Universitarios Ocoeños cuando todavía se llamaba AEUO, a mediado de la década de los 80s del pasado Siglo XX, como miembro de una estructura de base denominada Comité de Apoyo de Sabana Larga, dirigido por Rafael Emilio Castillo, un servidor y otros jóvenes inquietos, ansiosos de disfrutar del dulcemente amargo placer de la vida universitaria, así se inicia un largo andar que todavía no concluye.

Ávidos de conocimientos y fogueados en las luchas por reivindicaciones locales, construcción de un Liceo Secundario para Sabana Larga, mejora de las condiciones de trabajos para los maestros, luchas políticas e ideológicas que nos llevaban a constantes enfrentamientos con los sectores conservadores y ultraconservadores.

Hicimos grandes jornadas de protestas, piquetes manifestaciones callejeras exigiendo, siempre el respeto a los derechos fundamentales. Inspirados en la necesidad de construir estructuras que nos permitiesen ir mas allá de los espacios propios de la militancia revolucionaria, en mi caso, otros liberales y hasta conservadores se conformó la Asociación de Estudiantes Secundarios de Sabana Larga, vigente aún.

Es de grata recordación la participación de aquella juventud en los paneles que se organizaban en el mes de febrero de cada año sobre historia patria donde se personificaba a las principales figuras de nuestra historia, especialmente la de aquellos que eran considerados hombres y mujeres símbolos, en cada una de las etapas de nuestra historia, desde la conquista y colonización de la Quisqueya hasta el momento y la tradición continua, sin saberlo habíamos creado un verdadero laboratorio de líderes.

Ya como miembros de pleno derecho, tanto de la AEUO como de la ASERSALA, coherente con mis principios de militante revolucionario participamos en la conformación del Frente de Organizaciones Populares de San José de Ocoa, dirigido entonces por los profesores y representantes de las fuerzas opositoras al tristemente célebre régimen balaguerista, en versión renovada para esta fecha, luego de resurgir de las cenizas en las elecciones de 1996 donde derrotaron al Partido Revolucionario Dominicano, gracias a su pésima gestión de gobierno, a sus debilidades internas y al conservadurismo que ha caracterizado siempre a la sociedad dominicana.

Desde este espacios se convocaron grandes jornadas, incluyendo huelga y paros sectoriales, profesores, agrónomos, médicos, estudiantes y siempre ahí estuvo activa AEUO. Siempre al lado del pueblo al que se debe desde sus orígenes.

A inicio de la última década del siglo pasado, fuimos convocados por la Junta Directiva de entonces, encabezada por Rafael Orlando Macea, a una Asamblea Estatutaria cuyo objetivo central era el de readecuar las estructuras y los procedimientos a las exigencias del momento. A partir de entonces la AEUO se convirtió en la ASEUNO que hoy conocemos y se inició el proceso de incorporación como organización sin fine de lucro y aquí está 40 años después de haber nacido aquel memorable 8 de agosto de 1970.

Desde su nacimiento esta institución ha realizado grandes aportes a la sociedad ocoeña, al país y al mundo. A Ocoa acompañándola en su constante lucha por forjarse un destino digno, al país con ideas y propuestas de transformación en los diferentes foros, incluido el Sexto Plenos Nacional de Dirigentes convocado por la Federación de Estudiantes Dominicanos en 1992, en su condición de gremio de todos los estudiantes del país y la que la ASEUNO es una de sus instituciones de base según el Estatuto Orgánico de FED. Al mundo a través de la participación de sus miembros en los diferentes foros internacionales, ya sean convocados por la OCLAE, de la FED u otra entidad que coincida con los principios fundamentales de la ASEUNO, bajo el lema: Estudio, Trabajo y Solidaridad.

A los 40 años ya la ASEUNO no es los mismo pero sigue siendo la ASEUNO. Una gran fábrica de profesionales. Un patrimonio de San José de Ocoa que hay que cuidar y preservar. Ojalá sus hijos recuerden los buenos momentos y el rigor disciplinario de aquel entorno. Que lo valoren en su justa dimensión y le apoyen siempre. No importa cuanto hagamos los egresados de la ASEUNO por el bienestar de Ocoa, nunca devolveremos a la "Patria Chica" lo que ella hizo por los hijo/as de machepa.

VIVENCIAS EN LA CASA ALBERGUE.

René Mateo: Casi muere de un infarto cuando William Báez y Odonell Casado le “acuestan” una escultura en barro, la tapan y cuando este va acostarse en medio de uno de los frecuentísimos apagones dio un tremendo grito, luego el acre y justo reclamo de Mateo, el llamado de atención del Comité de Orden Interno y las disculpas de los osados párvulos.

EL PUBLICISTA Y EL PERIODISTA.

René se considera una cura: un buen domingo, mientras disfrutábamos de un suculento almuerzo preparado por Pascual Emilio Arias, Tito y Ramona Altagracia Sánchez (la inolvidable Tatá), René aprovechó que Valentín Soto abandonara su silla para buscar un vaso de agua y se sentó raudo y tranquilo, cuando Valentín se percata de la jugada maestra del compañero reacciona furioso y cuando René nota airada y razonable reacción del agraviado, quien se sintió engañado y burlado por el siempre astuto Rene, se aproxima a él rápidamente y en tono amenazante: René se levanta como impulsado por u resorte y le dice sin reparo en la ocurrencia que había cometido ¡sin violencia compañero, sin violencia!

Esta frase se convirtió casi en una consigna, luego de una larga jornada risas, acompañada de estruendosas carcajadas del resto de los comensales. Como se dice popularmente: barriga llena corazón contento…y colorín, colorado están ambos sancionados… Valentín con el suapeo del piso y René con el fregado y los espectadores quedan exonerado…y todos nos alegramos por que Valentín organizaba unos sorteos para realizar oficios luego de los “presupuestos” pero nunca salía premiado.

LA CONTESTADORA AUTOMÁTICA.

Las travesuras eran constantes y muy variadas, por ejemplo: a los recién llegados nuevos les marcábamos el * o # 22 del teléfonos y los poníamos a conversar con la computadora de mientras esta daba la hora, el tiempo... por ahí pasaron muchos…mientras el incauto escuchaba y trataba de conversar, la máquina decía Hola son las 11:30 de la noche, temperatura 30 grados celsius la mínima y 39 la máxima, humedad relativa del aire 60 por ciento posibilidades de lluvias 60 por ciento.

Para montar el asunto se recurría frecuentemente al argumento falso de algún, familiar, la novia/o, un amigo/a o un compañero/a o que le había llamado del Banco, o de un trabajo le habían llamado pero que por alguna razón no le dio tiempo tomar el número pero que él/ella lo recordaba y procedía a marcar y conejillo de indias ilusionado caía sin más…era divertido pero odioso por que el juego delataba la ignorancia nuestra frente a vida en las grandes ciudades…la mayoría procedíamos de comunidades rurales. Era una forma de votar el golpe, nada más...

Cuando escuchaba estas cosas el asombro no se hacía esperar hasta que reaccionaba y se enteraba que había sido víctima de una trampa, tras notar las carcajadas contenidas de los muchachos y muchachas y ahí venía la bronca, que incluía palabrotas, rabietas y otras expresiones de frustración e impotencia.

PROHIBICIONES Y SANCIONES.

Tanto los Estatutos como Reglamento Interno prohíben terminantemente la ingesta de bebidas alcohólicas y borracheras en la casa albergue o sus alrededores algunos se la jugaban y compraban el ron en cartones de jugo o botellas de coca cola para engañar a los espías del Comité de Orden Interno y la Junta Directiva, evitando si tenía éxito una expulsión casi segura del temible Comité Disciplinario, que sería ratificada con seguridad por la Asamblea General, ya que esta era considerada una falta grave e implicaba una sanción drástica y en el mejor de los casos les esperaba la expulsión por un semestre.

Las demás sanciones iban desde amonestaciones, de varios tipos; multas en efectivos el, cobro de una determinada cantidad recibos en las calles de Ocoa, así como la venta de boletos y bonos de diferentes precios. El paquete incluía además, un mes, una semana sin derecho a cena o al uso del teléfono, la limpieza general, los caladitos, la marquesina o lavar una cantidad de lamosos botellones y el tanque que nos servía para almacenar la escasa agua que conseguíamos o nos “robabamos” de donde la evangélica, al lado del cine “El Coloso” en la San Juan de la Maguana o Ramón, limpiar el baño por determinado tiempo todo dependía de la gravedad de la falta cometida.

Quien incurriera en riñas, peleas, alborotos, discusiones, burlas, los chismes, el irrespeto, la falta de solidaridad, incluyendo el oportunismo o cualquier otra distorsión disciplinaria que pudiera poner en riesgo la convivencia pacifica, la seguridad colectiva o alterar el entorno estrictamente estudiantil y académico que se percibía una vez se entraba a la “Casa Albergue”, ubicada en la Calle que lleva el nombre del filántropo Juan Alejandro Ibarra, marcada con el número 218 en populoso sector de Cristo Rey en Distrito Nacional, se exponía a enfrentarse a una serie de juicios severos, que eran debatidos públicamente.

jueves, 22 de julio de 2010

CLARO QUE NOS OPONEMOS AL CAMBIO DE NOMBRE

“Las manos trabajadoras de este pueblo están encallecidas y sudorosas y no son gentes que piden, sino, por el contrario que trabajan desesperadamente para sobrevivir”. Padre Luís Quín

Claro que nos oponemos al cambio de nombre del municipio o a la provincia de San José de Ocoa. No al reconocimiento de los méritos legítimos y bien ganados del Padre Quín sino a las pretensiones aventureras de quienes pretenden borrar de un rayazo la memoria toponímica del heroico municipio sureño. Además de que se están violando varias normativas, incluyendo la Constitución de la República, y se le está faltando el respeto al pueblo ocoeño y a la propia memoria del Padre Quín que pretenden enaltecer.

Esa no es la mejor forma de reconocer el trabajo y la dedicación de este titán. El pueblo lo lleva muy adentro y le agradece eternamente por sus grandes aportes al desarrollo de la provincia. Así lo ha testimoniado siempre. Pero de ahí a aceptar un cambio de nombre para alimentar los caprichos de intereses foráneas es demasiado.

San José de Ocoa era puesto desde el 1854 perteneciente a la provincia de Santo Domingo y adscrita a la común de Baní, según establece la Ley 355 sobre Administración Provincial votada por el Congreso Nacional el 5 de septiembre de ese año. Dicha ley estaba fundamentada en la división territorial contemplada en la Constitución de 1844 que establecía en 5 provincias la división político-administrativa del país. Los puestos militares fueron creados estratégicamente para garantizar la seguridad e integridad del territorio nacional.

El 28 de diciembre de 1858 mediante la Ley 567, el presidente General Pedro Santana, crea la común de San José de Ocoa. El 2 de diciembre del mismo año es inaugurado formalmente el municipio, pero el ayuntamiento comienza a funcionar en 1866, su primer síndico fue Casimiro Pimentel. En 1895, fue transferido a la provincia de Azua. Cuando se creó en 1944 la provincia Peravia, San José de Ocoa pasó a ser municipio de esta provincia. Como se puede apreciar San José de Ocoa se ha hecho adulta con ese nombre y quedó coronado cuando en el año 2000 se crea la provincia del mismo nombre mediante la Ley 66-00 haciendo realidad una vieja aspiración de los ocoeños/as que hasta entonces había sido un municipio de la provincia Peravia.

Como afirma el periodista ocoeño, Luis Encarnación en su artículo del 20 de julio en Listín Diario ésta "debería ser idea, decisión y motivación de todos los ocoeños, sin distinción ni banderías, como elemental muestra de agradecimiento y reconocimiento colectivo al autor de la obra inmensa de la que hemos sido testigos." 

Eso, si estuviera en discusión el cambio de nombre, que no es el caso. Lo que hay que discutir, elaborar, coordinar e implantar es el Plan Integral de Desarrollo de San José de Ocoa para superar el lastre dejado por la falta de visión de quienes han dirigido las débiles instituciones ocoeñas incorporando a los actores sociales y a la ciudadanía en general a esta magna tarea.

El proyecto de ley fue remitido a la Cámara de Diputados luego de ser aprobado en el Senado, donde había sido introducido en el año 2007. Se ha anunciado que se hará una consulta luego de un rechazo generalizado de los munícipes a la iniciativa del senador Pedro Alegría, ya que para la elaboración del proyecto no se cumplieron los requisitos legales que conllevan consultas a la ciudadanía, así como estudios previos que justifiquen el cambio de nombre. Si se consultara al pueblo para cumplir con las formalidades normativas igualmente se le diría que no. El propio Quín se opondría desde su morada celestial. Este nombre implica para los hijos/as del Maniel una síntesis grata de su existencia. En él confluyen nuestro legado aborigen y la herencia de fe católica.

Sin duda que la propuesta de cambio de nombre es improcedente e inoportuna, ya que no aporta en nada al desarrollo del municipio, salvo que no sea trastornar la tranquilidad de los ocoeños/as. Rechacemos las propuestas y busquemos otras opciones más enaltecedoras y menos oportunistas. Paremos el odioso culto a la personalidad que se ha impuesto en el país. Imitemos las buenas acciones y los ejemplos testimoniales de buen vivir para convertirlos en nuestros referentes pero honrémosles con el trabajo no con la apariencia.

Conservemos el orgulloso gentilicio preservando también su base jurídica. Pensemos en la memoria de nuestros antepasados, defendamos nuestra herencia cultural, el fundamento de nuestras raíces como pueblo y mantengamos en alto el digno nombre que llevaron las huestes ocoeñas en las gestas patrióticas que les tocó librar durante las luchas de consolidación de la Independencia Nacional iniciada en 1838 con la creación de la Sociedad Secreta la Trinitaria.

La historia es, ha sido y será siempre el referente idóneo para mirar las huellas de quienes nos antecedieron. Defender al pueblo y sus valores como lo defendió siempre el abnegado sacerdote que nos dignó con su grata y fructífera presencia, estableciéndose en nuestras tierras para acompañar al pueblo en la ardua lucha la tierra, por la protección de los recursos naturales, contra el analfabetismo, el aislamiento, contra la desigualdad, la exclusión, la injusticia y la represión. Emulemos su entrega al trabajo, su opción por los pobres, marginados y excluidos pero no le adulemos.

Respetemos y reverenciemos la memoria del Guayacán, así como la de todos los hijos e hijas de San José de Ocoa que han trabajado y luchado por la libertad, la igualdad y el desarrollo integral de la patria chica, del país y del mundo. Reivindiquemos la memoria histórica y reconstruyamos la historia a partir de rico legado que nos dejaron los aborígenes, los cimarrones, los patriotas y revolucionarios, así como a la gente humilde del pueblo y con ellos habremos honrado la memoria de los buenos hijos del antiguo Maniel, incluyendo al Padre Quín.

¡OCOAAAAA SIEMPREEEEE!
Fabián Díaz Casado. 22 de julio del 2010.

lunes, 5 de julio de 2010

LAS LECCIONES DE NOEL

"Por aquí pasó David arrazando como un toro/Por aquí pasó de un modo que nos dejó sin ambiente/No se llevó la gente por que Díos metió su mano/Los enemigos por capricho se abrazaban como hermano". Esmérido Macea.

La República Dominicana, por su ubicación en el mismo centro del Continente Americano tiene una posición privilegiada, no sólo para el comercio o como punto estratégico de la geopolítica mundial, sino también para el paso de las Tormentas, Ciclones Tropicales y los Huracanes, que trae la Temporada Ciclónica, que se inicia en Junio y concluye en Noviembre, de cada año.

Es difícil entender, como en pleno Siglo XXI, el Estado no disponga de planes que se activen automáticamente en el período antes mencionados, como única forma de mitigar la estela de muerte y destrucción que generan los fenómenos naturales en la empobrecida Quisqueya.

Es evidente, que no estamos preparados para enfrentarnos a situaciones como la generada por la Tormenta Tropical Noel y que carecemos de los planes preventivos y contingencia, incluyendo un moderno sistema de alerta temprana, aprovechando el cacareado desarrollo de las tecnologías de la comunicación y la información.

Hay que crear la infraestructura necesaria para adherirse a los sistemas orbitales de radares y satélites así como las capacidades humanas que garanticen el derecho a la vida, a todos los ciudadanos en igualdad de condiciones, esto tiene que estar asociado obligatoriamente a un amplio programa habitacional, que haga realidad el derecho a una vivienda digna y segura.

Igualmente el Estado y sus funcionarios, ya sean los del gobierno central o los municipales tienen que ir mas allá del discurso y trabajar para regular las construcción en las márgenes de los ríos, los arroyos y las cañadas o cualquier otro lugar que ponga el peligro la seguridad y la vida de la gente.

El Sistema de de Información Prevención y Alerta Temprana tiene que estar acompañado, además de los aspecto antes mencionados, de un amplio programa de orientación para sensibilizar a la población sobre las amenazas que nos acechan en cada temporada ciclónica o ante cualquier otro evento, tal y como establece el artículo 19 de la Ley 147-02 sobre Gestión de Riesgos.

Cabe destacar que la referida Ley contempla una serie de instancias que ameritan su instauración inmediata, ya que es uno de los instrumentos que nos permitiría enfrentarnos planificadamente a cualquier emergencia, ya que ella prevé mucho de los mecanismos de prevención, mitigación y gestión de riesgo pero sobre, establece las funciones, coordinación de los y niveles de los organismos, ya sean nacionales, regionales, provinciales o municipales.

Los municipios como entes territoriales y los ayuntamientos como sus instituciones tienen que asumir con responsabilidad y decisión las labores de protección civil. Se deben preparar para tales eventualidades e incluir en los presupuestos los recursos necesarios para enfrentarse a las inclemencias. Además de aplicar las regulaciones necesarias para evitar la urbanización de de las zonas de riegos. Esto sumado a las acciones del gobierno central y la sociedad civil pueden disminuir las devastaciones que causan los fenómenos naturales.

El Estado y el gobierno deben esforzarse por elevar la eficiencia de los organismos preventivos y de seguridad civil y acabar con la cultura clientelista en esas entidades, ya que son las responsables de proteger y socorrer a la población en estas contingencias. Prevenir siempre es menos doloroso y costoso que construir, hagamos de esta una consigna para garantizar los derechos mínimos consignados en el artículo 8 de la Constitución de la República.

Los fenómenos naturales no discriminan para matar y destruir, pero evidentemente que los pobres y excluidos son quienes llevan la peor parte, pagan con su vida el castigo a que los someten quienes les obligan a vivir en la marginalidad, conformando los denominados cinturones de miserias, en las afueras de las ciudades.

No podemos asumir una actitud indiferente ante la desgracia que nos afecta en estos momentos pero tenemos que prepararnos para enfrentar situaciones peores sino nos preparamos adecuadamente para enfrentarnos a las inclemencias, ya que las políticas excluyentes de los modelos económicos impuesto los países desarrollados generan e incrementan la pobreza.

Hoy las poblaciones rurales padecen grandes penurias en la República Dominicana, ya que no cuentan vías de acceso adecuada, vivienda o protección para desarrollarse adecuadamente, lo que los lleva emigrar a los centros urbanos, donde en el mejor de los casos pasan de productores agrícolas a motoconchos a jornaleros, incrementando la demanda de servicios básicos.

Los esfuerzos realizados no son suficientes y se requiere de un cambio de visión, tanto del sector estatal como del empresariado para prevenir y enfrentar las contingencias. Evitemos que agarren asando batatas, como nos tomaron, David, Federico, Georges, Dean, Olga o Noel por sólo poner algunos ejemplos.

Es tiempo de reflexión y análisis. Debemos aprender de los errores para poder estructurar un sistema de respuesta adecuadas a las adversidades que nos depara la vida, especialmente a quienes estamos ubicados en el mismo trayecto del Sol como dijo el Poeta Nacional.

Gobernantes y gobernados, funcionarios y gerentes, administradores y personal de apoyo tienen que hacer de la vocación una virtud y del compromiso social una consigna. No podemos desaprovechar la oportunidad de superarnos a nosotros mismos.

Asumamos con valentía el reto que nos ha impuesto Noel y trabajemos para recuperar las confianzas individuales y en nuestras instituciones, sin perder la capacidad crítica y autocrítica que debe ser el norte de quienes aspiran a vivir en una sociedad ecológicamente habitable, donde la justicia sea la norma y no la excepción.

Fabián Díaz Casado.
13 de Diciembre del año 2007.

SIEMPRE SAN JOSÉ DE OCOA

"La historia es el camino de los pueblos y sus hechos las enseñanzas de los hombres". 

La provincia de San José de Ocoa ha tenido una evolución jurídica que no ha variado su denominación desde la fecha de su fundación como común cabecera, o villa desde la independencia hasta ser coronada como Provincia, mediante Ley 166-00 en el año 2000.

A pesar de que al momento de la elevación a provincia hubo quienes se atrevieran a promover y hasta proponer un cambio de nombre recibiendo de inmediato el rechazo de quienes se oponen al irrespeto de los usos y costumbre de los pueblos, ahora pretenden aprovecharse de la merecida despedida dada por los moradores de esta abnegada provincia para consumar su ominoso e inoportuno reconocimiento a quien en vida lo rechazó con toda la firmeza que le caracterizó.

He visto con preocupación los aprestos de los legisladores ocoeños, quienes han sometido sendos Anteproyectos de leyes con la pretensión de sustituir el legendario nombre del municipio o la provincia por el del destacado religioso Luís José Quín, cariñosamente conocido con el sobrenombre de “Guayacán”, en comparación de su férrea voluntad con la de un árbol de recia madera que crece en la parte baja del municipio.

La Constitución de la República en su artículo 93, literal otorga al Congreso Nacional la capacidad de: “Crear o suprimir provincias municipios u otras divisiones del territorio y determinar todo lo concerniente a sus límites y organización por el procedimiento regulado en esta Constitución y previo estudio que demuestre la conveniencia social, política y económica justificativa de la modificación”. No se conoce ningún estudio que justifique las pretensiones de cambio de denominación del municipio ni mucho menos de la provincia, que además está reglamentado por la Ley No. 49 del 9 de noviembre de 1966, “que regula la designación de nombres a monumentos, lugares, calles u otros, si la persona está viva o dentro de los diez años de su fallecimiento, se requerirá una Ley. Así mismo, los ayuntamientos tendrán la facultad de designar los nombres de los parajes, a condición de ser sometidas al Congreso Nacional para su aprobación”. 

Tanto la Constitución como la Ley son claras y no dan lugar a interpretaciones: si no se han realizado las consultas a la población el cambio sería ilegal e ilegítimo. La establece que si la persona con cuyo nombre se pretende designar cualquier lugar, monumento o calle está viva puede autorizarlo, ahora bien en el caso que nos ocupa, la persona ha fallecido, por tanto, hay que esperar 10 años para poder hacer uso de su nombre. Eso dice la Ley, ahora bien, se sabe que la misma ha sido violada constantemente ante la mirada indiferente de quienes deben velar por su aplicación y hasta por desconocimiento diría yo, ya que es poco mencionada.

Es oportuno, aclarar que el fenecido sacerdote hizo grandes aportes a la provincia y que es merecedor del más digno respeto por su consagración como defensor de los excluidos y desheredados de la fortuna, ya que sirve de ejemplo en ciertos aspectos, a quienes no creen en la capacidad transformadora de las organizaciones sociales y comunitarias para convertirse en actores autodirigidos en el complejo escenario del desarrollo local.

El padre Quín desarrolló en San José de Ocoa su una visión desarrollista, ejerciendo un sacerdocio aproximado a la línea del Padre Arturo, fusilado en 1965 y quien creó las bases para el acercamiento de los asuntos de fe a las necesidades de la gente, corriendo el riesgo en muchos casos de chocar con los roles que están conferidos a las instituciones públicas, ya sean municipales, provinciales o nacionales. A Quín le tocó la misma suerte, tanto así que fue expulsado y reinstalado en su parroquia por la presión que ejercieron los hijos del El Maniel.

Por tanto, si se pretende que el pensamiento y la obra de una persona sólo se recuerdan designando un determinado lugar con su nombre empecemos por bautizar a la Parroquia con el nombre de Luís José Quín y como esto funciona con el Concordato de 1954 creo que respetaríamos la Ley antes mencionadas y no utilizaríamos la memoria del Padre, con sus restos aún caliente para permitir la violación de una Ley.

Se pueden hacer muchas cosas cuando haya transcurrido el tiempo establecido en la legislación: monumentos, parques, calles, barrios, comunidades, edificaciones, escuelas, centros comunales o cualquier otra simbolización; pero nada honraría mejor la memoria del “Guayacán” que el trabajo unido de los ocoeños para superar las precarias condiciones en que viven miles de habitantes en nuestra provincia ¡Atrevámonos a imitar las buenas enseñanzas del Padre Luís José Quin!

domingo, 4 de julio de 2010

¿QUIEN RESPONDE?

"El desarrollo sólo se logra con el trabajo y la unidad de todos los integrantes de la comunidad ocoeña y para lograrlo es necsario elaborar un plan que recoja las urgencias y plantee soluciones".

Ley No. 151-04, de fecha 5 de abril del 2004, declara la Provincia de San José de Ocoa, “Provincia Ecoturística”, creando así la posibilidad del establecimiento de un plan integral de desarrollo ecoturístico que permita el diseño e implantación de un Plan Estratégico que garantice la participación de la ciudadanía tanto en los beneficios de esta actividad como en la protección de los Recursos Naturales y el Medio Ambiente.

Es indiscutible el gran potencial de la provincia para el desarrollo de un turismo ecológicamente sostenible en los municipios que integran la provincia, así como la necesidad de implantar planes que contribuyan a generar empleos de calidad y potencien el desarrollo integral de la creciente población ocoeña.

La referida legislación asigna 1millón de pesos mensuales, a partir del presupuesto del 2005 que sería administrado por el Consejo de Desarrollo Ecoturístico de la Provincia de San José de Ocoa, creado mediante Decreto 184-05 emitido por el Poder Ejecutivo en fecha del año 2005.

A pesar de que en el referido Decreto se establece con bastante claridad, los integrantes, las funciones, los fines y los propósitos, así como los procedimiento para institucionalizar y operativizar dicho Consejo, sus integrantes no se han puesto de acuerdo por razones aparentemente políticas, permitiendo que la joven provincia haya perdido hasta la fecha, la suma de 48 millones de pesos, una cifra nada despreciable, en un pueblo con tantas limitaciones como San José de Ocoa.

No hay justificación que explique la infuncionalidad de este mecanismo indispensable en la fase de diseño e implantación de los programas y proyectos que deben servir de soporte a la articulación y coordinación los esfuerzos estatales orientados a paliar los diversos males que afectan a todos los sectores de la provincia.

Según lo dispuesto en el artículo 2 del referido decreto.- El Consejo de Desarrollo Ecoturístico de la Provincia de San José de Ocoa (CODEPROSJO), estará compuesto de la manera siguiente:

1. Párroco Padre Luis José Quin, Presidente;(EPD)
2. Lic. José Batista, Director Ejecutivo;
3. Lic. Abraham Martínez, Gobernador Provincial;
4. Señor Pedro Alegría, Senador;
5. Dr. Gory Segura, Diputado;
6. Lic. Alexis Mateo, Síndico;
7. Ing. José Ramírez, Encargado de Medio Ambiente;
8. Señor Danilo Tejada, Encargado de Turismo;
9. Dr. Ricardo Velásquez, Encargado de Fundeco;
10. Señor Eddy Peña, Representante del Club Rotario;
11. Capitán Tagaris Cabrera Cuello, Representante del Ejército Nacional;
12. Señor Calé González, Encargado Empresarial;
13. Ing. Vinicio Pujols, Encargado de Agricultura, y;
14. Ing. Vianelo Pujols, Representante del CODIA.

Resulta inexplicable y llama a preocupación la actitud de quienes fueron designados para establecer las bases que permitan el arranque del Ecoturismo en San José de Ocoa no hayan logrado ponerse de acuerdo permitiendo que la provincia pierda los recursos y la oportunidad de disfrutar de las facilidades e incentivos dispuestos por el Estado para el fomento y desarrollo de este importante renglón de la economía dominicana. Debieron anteponer las posiciones egoistas, personalistas, radicalizadas, mezquinas e inoportunas.

Unos y otros tendrán sus razones pero ninguna puede justificar la colocación de los intereses individuales por encimas del interés general. Alguien debe responder por esta irresponsabilidad que le ha costado millones pesos a una provincia empobrecida, abandonada a su suerte y que sólo cuenta con el esfuerzo de sus hijos e hijas para salir de la penosa situación de pobreza en que la han sumido las políticas aplicadas por quienes la han desgobernado.

Esta es una muestra de falta de visión y de la necesidad de renovar, no sólo el liderazgo político sino también el liderazgo social y comunitario. Es una muestra de lo mucho que hemos retrocedido. Reflexionemos compueblanos, rompamos las cadenas que nos atan al individualismo improductivo y unamos fuerzas para salir del yugo oprobioso del analfabetismo político que nos empuja hacia el abismo.

Esta situación debe superarse cuanto antes y quienes tienen la responsabilidad de esclarecerla, tienen que garantizar y evitar por todos los medios la repetición de esta terca, desmotivadora, preocupante y penosa demostración de incapacidad organizativa.

En estos tiempos, en pleno siglo XXI resultan incomprensibles tales comportamientos, ya que a pesar de haberse realizado ingentes esfuerzos para conseguir la aprobación de la Ley, una vez logrado ese primer paso no se han podido concretar los procedimientos por falta de coordinación, desinterés o negligencia de los miembros del Consejo, a pesar de lo bien equilibrado que luce política y socialmente.

Mas que lamentable, esta es un muestra mas de lo poco que se logra cuando los pueblos se clientelizan y sus dirigentes se atrincheran en posiciones que poco tienen que ver con el interés de los gobernado, sumado al pobre papel desempeñados por los grupos de presión y las organizaciones sociales de la provincia.

Paremos esto y cerremos para siempre las puertas del individualismo, retomemos la senda del diálogo constructivo, la negociación, el consenso y la concertación de los asuntos que nos hacen crecer como pueblo, colectivicemos las decisiones, demostremos orgullosamente nuestro ocoeñismo, somos de una tierra que se crece en los momentos difíciles, colocándose siempre muy por encima de las circunstancias adversas que le ha tocado enfrentar.

Fabián Díaz Casado
Marzo 25 de marzo de 2008

OCOA: BUSCANDO LA SENDA DE LA ESPERANZA.


"Vivir sin Patria es lo mismo que vivir sin honor. Juan Pablo Duarte.

La provincia de San José de Ocoa, creada mediante Ley 66-00, promulgada el 06 de septiembre del año 2000, por el Poder Ejecutivo, comprende el municipio cabecera de San José de Ocoa, Sabana Larga y Rancho Arriba; así como los Distritos Municipales de la Ciénaga, El Naranjal, Nizao-Las Auyamanas y El Pinar, así como siete secciones y 132 parajes. Es un pueblo que transita por los caminos de la esperanza y con plena conciencia de sus responsabilidades en un mundo, donde se acentúan y se profundizan cada vez más las desigualdades sociales, la iniquidad, la marginación, el hambre, la exclusión y la marginación social.

Este pueblo, integrado por hombres y mujeres que luchan día a día por un mañana mejor. Teniendo el trabajo y la superación como entes fundamentales de la realización humana, conjuntamente con la solidaridad y la hospitalidad de su gente, son sólo algunas muestras de las prendas que exhiben los ocoeños y ocoeñas, quienes no desmayan en su empeño de ver realizado el sueño de la Justicia Social, por el que muchos de sus hijos e hijas han entregado sus vidas.

Ocoa, que conjuntamente con las provincias de San Cristóbal, Monte Plata y Peravia, conforman la Región Valdesia, de acuerdo al Decreto 685-00, emitido por el Poder Ejecutivo. Hoy la joven provincia presenta un panorama preocupante, la falta de apoyo a los proyectos de desarrollo, el analfabetismo, la deficiencia en los servicios básicos, la falta de oportunidades de superación para la creciente juventud, la inexistencia de fuentes de empleo, la negligencia de las autoridades y el clientelismo político son aspectos, que por lo visto impiden el desarrollo armónico de San José de Ocoa.

Estos males generan como es lógico, un descontento en los pobladores que se manifiesta en la apatía por las actividades políticas, y los partidos dejan de ser los entes aglutinadores por excelencia y pasan a un segundo plano, ya que la gente busca otras formas de organización más democráticas y menos corrompida. Por eso hoy emerge un liderazgo renovado y joven, que buscan encausar las aspiraciones de la sociedad desde una perspectiva distinta a lo que tradicionalmente se ha visto.

Los pasos en esa dirección exigen que los nuevos líderes, busquen el apoyo de las organizaciones sociales, donde el trabajo constituye la forma de ascenso y no el amiguismo, el compadrazgo, la componenda y el tráfico de influencias, como es la costumbre en la partidocracia tradicional que nos ha desgobernado a lo largo de nuestra historia republicana y que hoy está sumida en profundas divisiones, que tienen su origen en muchos casos, en la resistencia a los cambios y a las transformaciones de las estructuras anacrónicas y obsoletas por parte de los burócratas de los Partidos.

Este pueblo digno de mejor suerte, olvidado por unos y por otros, pero indoblegable ante los desafíos que le plantean las circunstancias. Hoy en pleno siglo XXI no puede pensarse en ser miembro de un partido político, únicamente por razones hereditarias, hay que mirar hacia adelante y crear nuevas formas de representación política con base y apoyo social, con una convicción transformadora, liberadora, participativa y genuinamente democrática, sólo así podremos transformar las ideas en hechos concretos, que contribuyan a la superación de los males que aquejan a esta laboriosa provincia.

El abandono del campo por parte de sus legítimos dueños, empujados por la falta de créditos, asesoría, servicios básicos (salud, escuela, acueducto, caminos vecinales, medios de transportes adecuados, falta de fuentes de empleo y oportunidades, planes de vivienda, instalaciones deportivas y la inexistencia de planes de Reforma Agraria funcionales, etc.), sumado a la concentración de las mejores tierras en manos de los poderosos, tanto dominicanos como extranjeros, constituye una retranca para el desarrollo de la provincia.

A las comunidades rurales los políticos sólo van a buscar el apoyo para llegar al poder, pero jamás se les ve cuando consiguen ser funcionarios. Esos políticos, conjuntamente con los partidos que los postulan, hay que erradicarlos de las mentes de todo aquel o aquella que quiera poner un granito de arena en la construcción de una sociedad verdaderamente justa, equitativa, renovadora. Instituir una forma nueva de hacer y actuar en política, colocándonos al alcance de los más necesitados para promover y apoyar las acciones de las organizaciones sociales, ecológicas, estudiantiles, campesinas que en los pueblos luchan por avanzar hacia condiciones de vida más humana y solidaria.

Este pueblo es el orgullo de los que en él nacimos. Aquellos que inspirados en el patriotismo, la lucha y el ejemplo de esos hombres y mujeres que han luchado y luchan, para que como dice Juan Luis Guerra: “Ojalá que llueva café en el campo” y “ que caiga una lluvia de berro y miel, para que en el conuco no se sufra tanto y todos los niños canten en el campo”. Es de esperar que Ocoa, como el resto del país sacudirá el yugo que les oprime y pondrá fin al suplicio al que lo han sometido, los falsos profetas y los mal llamados políticos, que no han hecho otra cosa que desacreditar con sus acciones, la esencia de la verdadera Política o ciencia del Poder.

Fabián Díaz Casado.
(Reeditado)

miércoles, 16 de junio de 2010

APUNTES DE GERENCIA FAMILIAR.

“La familia es la raíz que nutre y sostiene el árbol social”.
La familia es la primera célula de sociedad pero es una institución, la más antigua de la humanidad por cierto. Ha evolucionado con los cambios al ritmo del desarrollo socioeconómico de los pueblos. Existen modelos familiares con mayor o menor peso dependiendo del hemisferio de que se trate. Una cosa es la familia en oriente y otra en occidente pero en cualquier lugar la función es la misma: servir de soporte a la sociedad.

La evolución de la familia ha recorrido un largo camino que aún no concluye. Desde las sociedades primitivas hasta nuestros días la familia ha sido y es el núcleo de la organización social. Es en ella donde se forjan los principios y se labran los valores que orientan la estructura familiar. De ahí que la unidad familiar sea indispensable para el sostén de la sociedad. De su salud depende el éxito y desarrollo de sus integrantes.

Aunque se han derramado torrentes de tintas para teorizar acerca de la familia y su importancia siempre hay perspectivas novedosas para analizar el tema. Aquí se introduce una forma de abordaje que parte de los fundamentos de la familia como institución. Este enfoque permite aplicar procedimientos y técnicas administrativas que corresponden los modelos de gestión empresarial.

Ver a la familia como, lo que es, una institución en todo el sentido de la palabra. Hablar de gerencia en el entorno familiar es fundamental y determinante para comprender el complejo mundo que nos ha tocado vivir. Los postulados teóricos y prácticos de la gerencia pueden aplicarse perfectamente a la dirección y conducción de la familia, cualquiera que sea su modelo.

Ya lo dijo Confucio, el famoso sabio chino, que quien era incapaz de gestionar adecuadamente la familia estaba inhabilitado para dirigir una institución. Este postulado describe en toda su magnitud la importancia de la familia en la formación de los sujetos. Entonces hay que cuidar la familia como el tesoro más preciado. De ahí salen los liderazgos que moverán y trasformarán a la sociedad.

Los avances socioculturales de los pueblos se gestan en la familia. Es en su seno donde crecen los hombres y mujeres que luego conforman los liderazgos que dirigen a los pueblos, ya sean en el orden político, social, empresarial, gremial, sindical o religioso. Como bien ha dicho Amartya Sen “las capacidades de que disfrutan los adultos están profundamente condicionadas a su experiencia como niños”. Esas experiencias previas y saberes primarios se adquieren, florecen y se desarrollan predominantemente en el seno familiar.

Así como se han desarrollado teorías, métodos, mecanismo e instrumentos para mejorar la gerencia social, gerencia política o empresarial, administrativa, éstos se pueden aplicar a la familia. Ya que él entorno familiar como el institucional tienen amplias similitudes y requieren de habilidades y capacidades especiales para conducirlos con éxitos.

Si las bases de la institucionalidad familiar se han deteriorado es pertinente avanzar hacia la definición líneas de abordajes que contribuyan a elevar la calidad de la gestión familiar. De ahí la pertinencia de establecer nortes para analizar y fortalecer el entorno familiar e impactar en el resto de la sociedad.

Mejorar la gestión familiar es un desafío que nos obliga a replantear nuestros comportamientos y estilos de dirección, así como reorientar los roles de los integrantes del equipo familiar. El futuro descansa en la fortaleza de las instituciones y la familia es el motor para generar los cambios.


Fabián Díaz Casado.
16 de junio 2010.

sábado, 12 de junio de 2010

GRITEMOS QUE GRITAR LIBERA.

"No hay noche que no amanezca ni plazo que no se cumpla". FDC.

De los desperdicios del consumismo se puede obtener el abono que alimente las cosechas y regenere el deteriorado entorno natural. Sólo falta tiempo y ambiente propicio para que la acción de las lombrices y los demás microorganismo descomponedores hagan su trabajo. Así de la descomposición social y de la falta de esperanzas saldrán los insumos para transformara la sociedad. De ahí saldrán los hombres y mujeres que se requiere para avanzar. Sólo falta el grito rebelde contra la injusticia y el engaño que nos arropa.

John Holloway nos invita a gritar sin temor en su obra “Cambiar el Mundo sin Tomar el Poder”. El grito liberador vendrá y entonces hay de aquellos que tuvieron oídos para oir y no oyeron. Hay que gritar y gritar con fuerzas para que el eco llegue al corazón mismo de los pueblos y cortar las amarras que le atan al conformismo. Se grita de júbilo, de impotencia, de dolor; se grita por cualquier cosa pero el grito del pueblo es un grito de indignación, de rabia, de furia contenida, es un grito que clama justicia, es un grito por la libertad es un grito por la justicia.

Es un grito de optimismo y esperanza. Es un grito patriótico. Es un grito de parto difícil. De parto doloroso pero de parto. Es un llamado a la acción contra un mundo ficticio, contra la mentira, la corrupción, la impunidad, la complicidad general, el borrón y cuenta nueva. Un grito por la respeto a la vida y la dignidad humana.

Hemos gritado y gritaremos siempre contra la exclusión, la marginación social, la manipulación y la desinformación. Gritamos contra el consumismo, contra “genocidio medioambiental”, gritemos contra el analfabetismo educativo, cívico, político y social. Gritemos contra la explotación, el saqueo el entreguismo y la falta de honestidad de nuestros gobiernos. Gritamos contra el desinterés y la inversión de valores, contra el doble discurso, contra la irresponsabilidad de gobernantes y gobernados.

Gritemos fuerte contra los delitos de cuello blanco, el crimen organizado, el narcotráfico, el tráfico de personas y la violación a los derechos fundamentales. Gritemos con rabia contra el entreguismo de nuestros gobernantes, contra el irrespeto a la dignidad humana, contra el clientelismo, el asistencialismo y patrimonialismo.

“El grito es bidimensional: no es sólo un grito de rabia sino también un grito de esperanza. Y no la esperanza en la salvación divina. Es una esperanza activa, la esperanza de que podemos cambiar las cosas, es un grito de rechazo activo, un grito que apertura al hacer”, (J. Holloway 2002).

Gritemos como gritaron nuestros heroicos aborígenes Canoabo, Tupac Amaru, Enrriquillo, Guarionex, Anacaona. Gritemos como Lemba, Montoro y Diego de Ocampo, Los Trinitarios, Andrés Sánchez, como Luperón y los Restauradores, Duvergé, etc. etc. en Quisqueya. Gritemos como Tiradentes en Brasil como Bolívar en América. Continuemos gritando como el Ché como Tanía y sigamos gritando con Sandino, Fonseca, Massetti, Salvador Allende, Víctor Jara y Lovertoure.

Gritemos como gritaron siempre Maximiliano Gómez, Gregorio García Castro, Orlando y Edmundo Martínez, Amín Abel, Oto Morales, Henry Segarra Guido y Sagrario Díaz, Frorinda Soriano, las hermanas Mirabal, Manolo Tabares, Polo Rodríguez, Juan Miguel Román, Orlando Mazara y Manfredo Casado Villar, Narciso y Lalito González, Rafael Ortiz y Salvador Then y otros tantos.

Unamos nuestros gritos para recordar las “Estrellas de las Fuerzas Armadas Dominicanas”: Coronel Rafael Tomás Fernández, Domínguez, Juan María Lora Hernández, Juan Ramón Montes Arache, Peña Taveraz, Hernando Ramírez y Héctor Lachapell Díaz apoyado por una larga listas de oficiales medios y alistados. ¡Que se escuche fuerte el grito de Independencia, de Capotillo, de Manaclas, de Abril y Caracoles!

Gritemos enérgicamente e invitemos a otros a gritar contra la guerra, los abusos de las cúpulas, el racismo, la tortura que degrada la condición humana, la represión, la intolerancia y la violencia. Hagamos del grito una herramienta para combatir el adormecimiento y la inercia de la sociedad “moderna”. Una palanca para mover la pesada roca del individualismo que neutraliza el progreso colectivo.

Levantemos nuestros gritos a favor de la solidaridad, la fraternidad, la igualdad y la hermandad de los pueblos. Gritemos para que se imponga el imperio del amor sobre el egoísmo. Transformemos nuestros gritos en un himno popular que reivindique la fuerza trasformadora de la verdad, la capacidad liberadora de educación.

Gritemos en suma contra la pobreza y sus perversas consecuencias. Anunciemos con nuestros gritos el nacimiento de mundo nuevo como lo hace el recién nacido. Necesitamos muchos gritos. Unamos nuestros gritos en coro de voces que remueva los cimientos de la injusticia social, la indiferencia, la irresponsabilidad y contra la explotación de la niñez.

Gritemos por un mundo verdaderamente humano, éticamente responsable y ecológicamente habitable. Gritemos contra el dogmatismo, el fanatismo y la degradación de condición humana. Construyamos con nuestros gritos una canción hacedores de personas de sujetos consientes, comprometidos y honestos.

¡Bienvenidos al concierto del grito! Gritar es posible y necesario. Unámonos en un gran grito. Sólo los pueblos que gritan se liberan del yugo de la opresión y la ignorancia. Gritemos como si los demás fueran sordos por que con nuestros gritos destaparemos sus oídos y haremos que escuchen el gritar desentonado de sus semejantes.

Fabián Díaz Casado.
11 de junio de 2010.

domingo, 6 de junio de 2010

JUVENTUD EN PERSPECTIVA.

“¡Oh juventud! Digno pregón del porvenir, la humanidad entera espera por ti”. Manuel Jiménez.
La juventud dominicana y la ocoeña como parte de ésta, busca ansiosamente espacios donde canalizar sus energías, y como hacerse mas productiva. Para esto necesitamos desarrollar e incentivar el ejercicio de la ciudadanía activa y este debe ser el rol de las instituciones responsables de implantar los programas y proyectos dirigidos a mejorar las difíciles condiciones en las que se desenvuelven los/as jóvenes de nuestra laboriosa provincia.

El ejercicio de la ciudadanía involucra una gran cantidad de prácticas que la juventud puede y debe ejercer, las cuales trascienden las responsabilidades y el derecho de elegir a los gobernantes democráticos por medio del voto. Supone también poder participar activamente en las entidades comunitarias de todo tipo, en interrelacionarse con otras personas y transformarse en sujetos de plenos derechos.

Entre los desafíos prioritarios que se presentan ante las sociedades del continente americano se destaca la problemática de los adolescentes y los jóvenes. Debemos asumir que los jóvenes no son parte del problema de nuestras sociedades, constituyen parte de la solución a los graves problemas que estamos enfrentando, en su calidad de actores estratégicos del desarrollo. En la sociedad del conocimiento deberán ser los portadores del cambio y la modernización social.

Pero para ello se requiere desarrollar las capacidades necesarias para enfrentar los retos y desafíos de la llamada sociedad moderna. ¿Como pedirle a un joven de una comunidad rural donde los estándares de vida corresponden al feudalismo a épocas anteriores que asimile los conceptos de globalización, gobierno electrónico, mecatrónica o cualquier otro tipo de tecnología de punta?

Hay que recordar que esa capacidad emprendedora no surge espontáneamente de la "nada"; requiere, entre otros insumos, el empoderamiento de la ciudadanía, en una interrelación de todos los estamentos entre sí, vertical - horizontal, público - privada. Crear las condiciones para que la equidad y la igualdad de oportunidades sea posible entre la juventud dominicana y especialmente la juventud de la provincia de San José de Ocoa.

Es necesario afrontar la realidad con responsabilidad, sin demagogia y con un alto grado de sensibilidad social, nuestra juventud está sin horizonte y esto la conduce a derroteros inmerecidos: delincuencia, desempleo, embarazos temprano y desintegración familiar, desesperanza y pérdida de fé ¿Qué se espera para actuar?

Las instituciones locales pueden contribuir con este objetivo, pero el Estado tiene que poner su parte. El rol de los municipios es fundamental, promoviendo la construcción de redes interinstitucionales útiles a sus objetivos de desarrollo; la autonomía municipal no debe tener un carácter exclusivamente declamativo, es necesario asumirla y operar técnicamente tendiendo a la mejora en las condiciones de vida de la población, la generación de empleo genuino y el respeto por el medio ambiente. Es necesario realizar un diagnóstico y un plan de acción para poder implantar políticas públicas adecuadas, que permitan superar la vergonzosa situación que hoy padece la juventud ocoeña.

Este proceso atraviesa la totalidad del entramado social, ajustándose asimismo el sistema institucional. Se trata, por tanto, de una reestructuración social - económico – productiva y política, que requiere ser pensada y analizada por los que diseñan e implantan las políticas públicas. Hay datos que indican que en América Latina persistirá el elevado porcentaje de menores de 24 años (actualmente representando más del 50% de la población) junto a la segmentación social con extrema pobreza (39% de los habitantes actuales están por debajo de la línea de pobreza). El bajo ritmo de crecimiento del empleo formal y asalariado hace necesaria la consideración de otras alternativas.

Recurrimos pues a la capacidad de resiliencia de la juventud ocoeña para superar o por lo menos enfrentar con posibilidades de éxito la difícil tarea de construir una sociedad justa y solidaria. La resiliencia es entendida como la capacidad del individuo para hacer las cosas bien, pese a circunstancias adversas, implicando una suerte de resistencia y una facultad de construcción positiva. O de otro modo, es la capacidad de una persona, de una familia o de un grupo social de desarrollarse positivamente, a pesar de las condiciones de vida difíciles y esto de manera socialmente aceptable.

Hay problemas de acceso a la educación, la formación y a la capacitación de buena calidad, lo que implica escasas posibilidades de obtener un trabajo digno y estable. En estos pueblos el motoconcho se ha convertido en un aliciente para la juventud, sobre todo para los varones jóvenes, que provienen generalmente de la zona rural cuya situación es indescriptible.

Está claro que en provincia como la nuestra, es determinante colectivizar la capacidad emprendedora de la juventud propiamente dicha y la de los que piensan como tales, por tanto hay que realizar un profundo trabajo en el contexto socioeconómico y político, ya que la juventud se encuentra entre los grupos más vulnerables a la delincuencia, la drogadicción y el pandillerismo. Esto así porque los niveles de exclusión impiden a la mayoría marginada y excluida entrar al grupo privilegiado de los ingresan y concluyen los estudios universitarios, que son menos del 3% de la población.

Tenemos y necesitamos jóvenes que asuman los nuevos valores del desarrollo, que enfrenten con gallardía la desinformación, el simbolismo y la inversión de valores que se promueve a través de los medios de comunicación. Un ciudadano emprendedor saca conclusiones de la realidad, por medio de la observación prolongada y la práctica cotidiana, identifica una problemática, innova, con soluciones aplicables al contexto específico donde trabaja, pero previamente necesita las herramientas conceptuales que le permitan conseguir el trabajo.

El desafío del país en general y nuestra provincia, en particular es crear mecanismos y dispositivos que promuevan el surgimiento de entes capaces de imaginar escenarios sociales, políticos, culturales y económicos que mejoren las condiciones de vida de la sociedad. Son precisamente los jóvenes, los llamados a gestar nuevas oportunidades, generar cambios y, en definitiva, promover el desarrollo integral de los pueblos.

Aspiro que estas líneas contribuyan a movilizar la acción de los responsables del manejo de la cosa pública y que entiendan que si no ponen atención a la juventud, sobre todo a los más marginados y excluidos, darán razón a quienes opinan que el Estado dominicano es o se dirige hacia un Estado fallido. La juventud no puede ser un objeto de campaña sino un actor clave en el desarrollo del país. Las acciones tienen que ser urgentes, coherentes y contundente. Es antitético permanecer indiferente ante el creciente deterioro moral de la juventud fruto de la exclusión, la marginalidad y la pobreza.

Fabián Díaz Casado.
17 de agosto de 2005.

viernes, 21 de mayo de 2010

A PROPÓSITO DEL DÍA DEL SOLDADO DEMOCRÁTICO.

“No me pongan en lo oscuro a morir como un traidor, yo soy bueno y como bueno moriré de cara al Sol” José Martí.

El día del Soldado Democrático se ha institucionalizado a pesar de las pretensiones de los sectores que pretenden borrar de la memoria del pueblo el legado patriótico de los hombres y mujeres que han ofrendado sus vidas en aras de la justicia social, la defensa de la soberanía nacional y la transformación de la sociedad dominicana. En ese grupo se inscribe el Coronel Rafael Tomás Fernández Domínguez, héroe e ideólogo y mártir de la Revolución de Abril de 1965.

Fernández Domínguez encarnó, más que un soldado democrático, a un ser extraordinario, que a pesar de su juventud. Abrazó la noble causa de liberar a la República Dominicana del yugo opresor de la ignorancia, del miedo, de la marginación, la corrupción, el entreguismo y el vandalismo político impuesto por las cúpulas militares, económicas y empresariales bajo el manto protector de los sectores conservadores de la iglesia católica y la despreciable e inhumana ingerencia imperialista de los Estados Unidos de Norteamérica.

Impregnado de amor, patriotismo, entrega, compromiso, coraje y decisión puso su capacidad militar al servicio del rescate de la institucionalidad y la soberanía mancillada. No tomó reparos para sacrificar su juventud, su carrera y su familia. Para él la Patria estaba siempre primero. Defendió a nuestra amada Quisqueya como el hijo que defiende a su madre contra la tiranía y la opresión. Fue un digno soldado, cuyo ejemplo debe ser el norte de las nuevas generaciones. Hoy que los principios éticos y los valores morales encuentra poca receptividad en las sociedades del Siglo XXI. Su referente surge rabioso y levanta su dedo acusador contra la ignominia y la indiferencia. 

A 51 años de su muerte, el pueblo recuerda con gratitud la grandeza de sus actos, la claridad de sus ideas y la pureza de su pensamiento. Junto a él cayeron otros jóvenes valiosos, entre los que se destacan Juan Miguel Román, Euclides Morillo, así como el instructor de los hombres ranas, el italiano Ilio Capozi. Intentaban tomar el Palacio Nacional el 19 de mayo de 1965. Los disparos certeros de francotiradores de las Fuerzas Invasoras acabaron con la vida del bizarro coronel.

Su caída en combate causó gran pesar en las filas constitucionalista, más su ejemplo sirvió para enervar el espíritu combativo. En medio del dolor por el líderer y compañeros caídos, la lucha continuó, la resistencia se acentuó concomitante con la represión desatada por los lacayos instalados en la base aérea de San Isidro hasta que se inició el proceso de las negociaciones que puso fin a la sangrienta y desigual guerra. 42 mil marines norteamericano pisotearon, estrujaron y engulleron el orgullo nacional, pero no pudieron digerirlos.

Doblegar a un pueblo como el dominicano es una tarea imposible y lo demostró una vez más frente a los invasores y sus lacayos. Pagó un alto precio defendiendo su dignidad pero impuso y mantuvo vivo el espíritu libertario que enseñaron Sánchez, Mella, Duarte, María Trinidad Sánchez, los hermanos Puello, Luperón, Duvergé, Juana Saltitopa, entre otros.

Hoy que negros nubarrones se ciñen sobre las expectativas de progreso e institucionalización de la sociedad dominicana se siente con mayor rigor la falta de este adalid de la democracia, de ese titán de la justicia. Hombre de claros principios, militar ejemplar, padre abnegado, convencido de la justeza de su causa llevó hasta el final de su vida la antorcha de la justicia social, la dignidad humana y la defensa de sus ideales libertarios. Siguiendo el ejemplo heroico de Gregorio Luperón y Antonio Duvergé.

Formado en las filas de las Fuerzas Armadas e hijo de militar trujillista supo imponerse a la perversidad de sus superiores y marcar con su ejemplo la senda de la decencia y el decoro de la soldadesca dominicana. Él y su ejemplo es la estrella que debe orientar el rumbo de la oficialidad dominicana. Su ética, su civismo y su entrega no tienen parangón en la historia militar.

Fernández Domínguez junto a sus amigos y compañeros de armas Francisco Alberto Caamaño, y Juan Lora Fernández conforman la trilogía de la dignidad durante los aciagos acontecimientos que siguieron al alevoso y vil derrocamiento del gobierno constitucional que encabezó el profesor Juan Emilio Bosch y Gaviño. Ellos junto a otros valientes oficiales y alistados levantaron la digna bandera de la redención para restaurar la soberanía. A ellos se sumaron otros militares que también entendieron e hicieron honor a sus uniformes cuando decidieron asumir la defensa de la constitucionalidad y el rescate de la soberanía mancillada.

La grandeza de su obra y la fortaleza de sus principios se imponen a la desmemoria inducida y al abandono arbitrario al que tradicionalmente se someten los defensores de la patria. Su sacrificio y su entrega adornan cual corona las aspiraciones del Pueblo. El ejemplo de Rafelito es un incentivo para seguir luchando por la justicia social, la paz y el progreso del pueblo dominicano. Los ideales que él y sus compañeros defendieron siguen pendientes. Es un símbolo, una referencia obligada cuando se pretenda buscar un modelo ético en la sociedad dominicana y especialmente en la deteriorada institucionalidad militar.

La responsabilidad asumida por aquel joven oficial le merece más que una simple dedicatoria de una fecha en el calendario. El y sus compañeros tienen un monumento en la conciencia nacional, especialmente en quienes aspiran a continuar por la senda que ellos trazaron. A pesar de las dificultades y las debilidades aparentes, el pueblo dominicano es como un tigre dormido. Ese pueblo despertará del letargo y exigirá la reivindicación de los ideales de los héroes de la gesta patriótica de 1965.

¡Con menos de 30 años se ganó la confianza de sus compañeros y logró convencerlos de la necesidad de defender la institucionalidad y la soberanía nacional! El pueblo dominicano tiene, sin duda un gran compromiso con los prohombres de abril y máxime con el ideólogo del movimiento constitucionalista el coronel Rafael Tomás Fernández Domínguez. Ahí está su obra, su ejemplo y sus ideales esperando ser retomados por quienes creen en la capacidad del pueblo dominicano para reinventarse.

El Día del Soldado Democrático debe servir para repensar el rol de las instituciones militares, así como reivindicar la memoria de quienes han caído en las luchas patrióticas a lo largo de la historia dominicana. La fecha es propicia para reflexionar sobre el legado y la vigencia del pensamiento de este digno representante del decoro. Es tiempo de honrar la memoria de los héroes y heroína y  levantar su decoroso ejemplo. colocándole como divisa en el quehacer cotidiano.

Fernández Domínguez y sus compañeros encendieron, con su acción heroica, la antorcha de la libertad que nunca, nunca jamás se debe apagar. Su ejemplo, sacrificio y entrega abonan la conciencia que algún día producirá el necesario relevo que requiere el pueblo dominicano para encausarse por las sendas del desarrollo integral. Su sacrificio no ha sido en vano pero falta mucho para cumplir con las altos ideales que le inspiraron. ¡Que no se olvide, señores y señoras, que no se olvide!

martes, 13 de abril de 2010

A PROPÓSITO DEL NACIONAL DEL PERIODISTA.

"Apuntando con su exigente pluma en la estrujada libreta, presionado el amplio teclado del computador para combinar las letras, los signos y los números, oprimiendo el suave rápidamente el disparadoor de su cámara para realizar la toma fotográfica ideal, el dedo firme en tecla del grabador o acariando el micrófono el periodista se interpone entre la luz y la obscuridad para hacer lo que mejor hace: informar, orientar y educar".

El 5 de abril se celebra en el país el “Día Nacional del Periodista Dominicano”, una fecha propicia para la reflexión. Un momento oportuno para analizar la situación en que se encuentra la clase periodística y sus gremios. Tiempos para un profundo autoexamen. Momentos claves para repensar y reorientar el futuro del periodismo dominicano a la luz de las corrientes progresistas que se gestan en la región latinoamericana. Espacio adecuado para renovar el compromiso con la verdad, con la ética y la defensa de los valores morales y los derechos colectivos en la República Dominicana.

Esta semana que debiera ser de regocijo para los/as comunicadoras/as dominicanos/as encuentra a la clase periodística atrapada en una profunda crisis de credibilidad. Periodistas profesionales que traicionan los sanos principios que moldean y adornan a esta digna profesión. Periodistas convertidos en simples obreros del conocimiento. Condiciones laborales condicionadas a la adhesión a grupos de intereses. Falta de iniciativas en el seno de la clase. Sus gremios adormecidos, envejecidos, comprometidos y estancados en el rutinarismo del Siglo XX. Falta de profesionalización y compromiso ético, entre otros problemas.

Pareciera que la proliferación de medios de comunicación se convertiría en una ventaja para los cientos periodistas egresados de las academias e institutos de formación superior pero nada mas lejos de la verdad. La realidad supera la imaginación del genio más creativo. Bajos salarios, inseguridad laboral, desprotección social, rutinarismo informativo, banalización y trivialización del material noticioso, sumados a la falta de criterios y reglas claras para el ejercicio profesional de la comunicación social son males que afectan tanto a los medios masivos de comunicación como a periodistas y comunicadores.

A estos lastres ancestrales hay que contraponerle la honestidad, la dignidad, el compromiso, la vocación y la defensa de los valores que forjaron los hombres y mujeres que han caído en la defensa del ejercicio de esta noble profesión. La sociedad de la Información y del conocimiento requiere y se merece un esfuerzo mayor de la familia periodística para lograr la superación de las taras de los siglos anteriores.

La sociedad ha depositado en los/as periodistas la confianza para que les orienten y les informen adecuadamente y como complemento del ciclo formativo que se inicia formalmente en el seno de la familia para llegar luego a los centros formales de enseñanza. Así la misión de los comunicadores y periodistas adquiere una incuestionable relevancia. Convertidos en el faro que ilumina el largo camino de la transformación societal hacen de sus habilidades y principios los instrumentos para trazar las pautas del quehacer cotidianos desde diversos medios.

Para cumplir con los postulados antes descrito requiere sin dudas, una alta cuota de compromisos y unos elevados criterios de la función de profesión. Se requiere una revalorización de la palabra en cualquiera de sus formas para darle a la misma la categoría que se merece en la “Era del Periodismo Digital”. Reasumir el compromiso con la transformación del quehacer periodístico aprovechando las ventajas que ofrece la Internet.

Hoy no se requiere el formalismo de los medios de comunicación que monopolizaban la información en otros tiempos. Actualmente se puede realizar una labor al servicio de la gente desde un simple blog o bitácora personal. Ya la “Aldea Global” es una realidad incuestionable. Esta situación significa un agradable desafío para la práctica periodística del Siglo XXI que tiene que ser asumido con responsabilidad para marcar la diferencia entre blogueros y periodistas profesionales.

El Colegio Dominicano de Periodistas y el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa tienen una gran responsabilidad en el proceso de la transformación del periodismo dominicano. A esta titánica labor se agregan las Escuelas de Comunicación Social y los Institutos de Formación Periodística, así como los medios formales de comunicación como empleadores. Colocar a los periodistas en lugar que le corresponde en la sociedad es una tarea impostergable. Los esfuerzos tienen que ser coordinados y combinados, pluralistas y sinceros. Tienen que fundamentarse en la confianza y el compromiso de los actores.

Asumir el principio martiano sobre la función periodística: educar en la paz y orientar en la guerra. Defender los principios como los han defendido quienes dieron sus vidas para legarnos una democracia formal. Completar la obra por ellos/as iniciada. Trillar con orgullo el provechoso camino de la humildad y compartir nuestros “saberes” con el colectivo social para contribuir a la edificación de la sociedad que nos merecemos como forma fructífera de enaltecer la memoria de los caídos.

Orlando Martínez, Guido Gil, Juan Andújar, Marcelino Vega, Goyito, Nelson Grullón, Narcisazo González, Lalito y todos los mártires de la prensa sabrán, a través de sus deudos, que su lucha continúa y su sacrificio no fue en vano. Ellos, que abonaron con su sangre la tierra de la esperanza dejaron en nuestros hombros la gran responsabilidad de la reivindicación de la justa causa que defendieron. Ahora más que nunca la patria reclama el concurso y el sacrificio de la clase periodística para avanzar hacía un estadio que la coloque en la senda del buen vivir.

Fabián Díaz Casado.
13 de abril de 2010