domingo, 4 de julio de 2010

OCOA: BUSCANDO LA SENDA DE LA ESPERANZA.


"Vivir sin Patria es lo mismo que vivir sin honor. Juan Pablo Duarte.

La provincia de San José de Ocoa, creada mediante Ley 66-00, promulgada el 06 de septiembre del año 2000, por el Poder Ejecutivo, comprende el municipio cabecera de San José de Ocoa, Sabana Larga y Rancho Arriba; así como los Distritos Municipales de la Ciénaga, El Naranjal, Nizao-Las Auyamanas y El Pinar, así como siete secciones y 132 parajes. Es un pueblo que transita por los caminos de la esperanza y con plena conciencia de sus responsabilidades en un mundo, donde se acentúan y se profundizan cada vez más las desigualdades sociales, la iniquidad, la marginación, el hambre, la exclusión y la marginación social.

Este pueblo, integrado por hombres y mujeres que luchan día a día por un mañana mejor. Teniendo el trabajo y la superación como entes fundamentales de la realización humana, conjuntamente con la solidaridad y la hospitalidad de su gente, son sólo algunas muestras de las prendas que exhiben los ocoeños y ocoeñas, quienes no desmayan en su empeño de ver realizado el sueño de la Justicia Social, por el que muchos de sus hijos e hijas han entregado sus vidas.

Ocoa, que conjuntamente con las provincias de San Cristóbal, Monte Plata y Peravia, conforman la Región Valdesia, de acuerdo al Decreto 685-00, emitido por el Poder Ejecutivo. Hoy la joven provincia presenta un panorama preocupante, la falta de apoyo a los proyectos de desarrollo, el analfabetismo, la deficiencia en los servicios básicos, la falta de oportunidades de superación para la creciente juventud, la inexistencia de fuentes de empleo, la negligencia de las autoridades y el clientelismo político son aspectos, que por lo visto impiden el desarrollo armónico de San José de Ocoa.

Estos males generan como es lógico, un descontento en los pobladores que se manifiesta en la apatía por las actividades políticas, y los partidos dejan de ser los entes aglutinadores por excelencia y pasan a un segundo plano, ya que la gente busca otras formas de organización más democráticas y menos corrompida. Por eso hoy emerge un liderazgo renovado y joven, que buscan encausar las aspiraciones de la sociedad desde una perspectiva distinta a lo que tradicionalmente se ha visto.

Los pasos en esa dirección exigen que los nuevos líderes, busquen el apoyo de las organizaciones sociales, donde el trabajo constituye la forma de ascenso y no el amiguismo, el compadrazgo, la componenda y el tráfico de influencias, como es la costumbre en la partidocracia tradicional que nos ha desgobernado a lo largo de nuestra historia republicana y que hoy está sumida en profundas divisiones, que tienen su origen en muchos casos, en la resistencia a los cambios y a las transformaciones de las estructuras anacrónicas y obsoletas por parte de los burócratas de los Partidos.

Este pueblo digno de mejor suerte, olvidado por unos y por otros, pero indoblegable ante los desafíos que le plantean las circunstancias. Hoy en pleno siglo XXI no puede pensarse en ser miembro de un partido político, únicamente por razones hereditarias, hay que mirar hacia adelante y crear nuevas formas de representación política con base y apoyo social, con una convicción transformadora, liberadora, participativa y genuinamente democrática, sólo así podremos transformar las ideas en hechos concretos, que contribuyan a la superación de los males que aquejan a esta laboriosa provincia.

El abandono del campo por parte de sus legítimos dueños, empujados por la falta de créditos, asesoría, servicios básicos (salud, escuela, acueducto, caminos vecinales, medios de transportes adecuados, falta de fuentes de empleo y oportunidades, planes de vivienda, instalaciones deportivas y la inexistencia de planes de Reforma Agraria funcionales, etc.), sumado a la concentración de las mejores tierras en manos de los poderosos, tanto dominicanos como extranjeros, constituye una retranca para el desarrollo de la provincia.

A las comunidades rurales los políticos sólo van a buscar el apoyo para llegar al poder, pero jamás se les ve cuando consiguen ser funcionarios. Esos políticos, conjuntamente con los partidos que los postulan, hay que erradicarlos de las mentes de todo aquel o aquella que quiera poner un granito de arena en la construcción de una sociedad verdaderamente justa, equitativa, renovadora. Instituir una forma nueva de hacer y actuar en política, colocándonos al alcance de los más necesitados para promover y apoyar las acciones de las organizaciones sociales, ecológicas, estudiantiles, campesinas que en los pueblos luchan por avanzar hacia condiciones de vida más humana y solidaria.

Este pueblo es el orgullo de los que en él nacimos. Aquellos que inspirados en el patriotismo, la lucha y el ejemplo de esos hombres y mujeres que han luchado y luchan, para que como dice Juan Luis Guerra: “Ojalá que llueva café en el campo” y “ que caiga una lluvia de berro y miel, para que en el conuco no se sufra tanto y todos los niños canten en el campo”. Es de esperar que Ocoa, como el resto del país sacudirá el yugo que les oprime y pondrá fin al suplicio al que lo han sometido, los falsos profetas y los mal llamados políticos, que no han hecho otra cosa que desacreditar con sus acciones, la esencia de la verdadera Política o ciencia del Poder.

Fabián Díaz Casado.
(Reeditado)

No hay comentarios:

Publicar un comentario