martes, 9 de julio de 2013

VIGENCIA DEL PENSAMIENTO TRINITARIO.

Las Sociedad Secreta la Trinitaria es el embrión de la organización política liberal en el país. Se dio a conocer el 16 de Julio de 1838, tras salir de la clandestinidad en la que se organizó. Integrada por jóvenes visionarios que se habían propuesto crear la República Dominicana y salir de la dominación haitiana que padecía la parte oriental de la Hispaniola desde 1822. 

Los Trinitarios fundadores fueron Juan Pablo Duarte, Juan Isidro Pérez, Pedro Alejandrino Pina, Félix María Ruiz, José Maria Serra, Felipe Alfau, Juan Nepomuceno Ravelo, Benito Gonzales y Jacinto de la Concha. Lógicamente este es el núcleo directivo primario, porque las acciones de los grupos independentistas y su estrategia de acciones eran amplias y secretas.

Estratégicamente articulada en grupos de 3, integrantes como forma de garantizar la seguridad del  núcleo central de la organización en caso de delación, lograron incorporar a un gran número de jóvenes a la causa. Se trazan el objetivo primario de derrocar el gobierno haitiano y crear la República Dominicana. Para reforzar el trabajo político se auxiliaron del teatro, creando La Dramática y La Filantrópica. Ambas organizaciones servían para promover el ideal revolucionario y sensibilizar al pueblo.

Eran tiempos en que las Campañas Napoleónicas y las luchas entre los imperios europeos; imponían el ritmo de la vida para conservar sus dominios y garantizar el abasto de materias primas. Es en ese contexto que los dominicanos se organizan y deciden conformar la primera organización política que conoce la historia política del país.

Su pensamiento quedó plasmado en el JURAMENTO TRINITARIO. Allí nació el instrumento político que sustentó el pensamiento libertador de los dominicanos. Un documento de alto contenido ético y político que adquirió una transcendencia que superó la malicia de los enemigos y detractores del interés nacional.

El liderazgo trinitario encabezado por Juan Pablo Duarte, revolucionario romántico, conocedor de Los Fueros de Barcelona y de las corrientes del pensamiento liberal que se desarrollaba en Europa, asumió la responsabilidad de liberar al pueblo de la opresión, dándole la independencia que merecía. Por eso se declaró dominicano desde que quedó firmado el Juramento Trinitario. Las ideas libertarias de Juan Pablo Duarte concitaron rápidamente el apoyo de otros jóvenes. Entre estos merecen atención especial.

La Sociedad Secreta la Trinitaria es la organización política sobre la cual descansó la responsabilidad de la conducción del proceso de independencia y la defensa de la soberanía nacional. Es sin duda, el primer partido político de la historia política dominicana Tenía objetivos, principios, liderazgos y una propuesta claramente definida.

Es en ese juramento donde se recogen los principios ideológicos que fundamentaron las acciones independentistas. Duarte y los trinitarios hicieron de su estrategia. Aunque esas ideas tenían el sello liberal para la época podía tipificarse de revolucionarias porque apuntaban a la transformación del sistema político, revirtiendo la situación política de entonces: proclamar la independencia nacional y crear la República Dominicana como Estado libre, independiente y soberano.

El Trabajo de los trinitarios, una vez descubierta su estrategia, se hizo cada vez más complejo y riesgoso. A pesar de la represión despiadada que desató el ejército haitiano, nunca perdieron la fe en el porvenir y en el propósito que les convocaba. Promover el proyecto separatista requirió del ingenio osado de los complotados para burlar la férrea persecución del ejército haitiano.

Los esfuerzos desplegados desde su fundación hasta la proclamación de la Independencia Nacional el 27 de febrero de 1844, pasaron por momentos difíciles. Gracias a la entrega  de los miembros y el empeño que puso en ésta el liderazgo directivo, se logró el objetivo.

Momentos de tensión se vivieron en el movimiento independentista cuando es derrocado el gobierno de Boyer y le sustituye Charles Herrad en Haití. Los Trinitarios habían apoyado en movimiento reformista que encabezó Herrad, una vez triunfa en 1843 inicia una cacería de trinitarios e independentistas, consciente de los planes de los patriotas de sacar de su territorio al invasor haitiano.

La tenaz persecución emprendida por el gobierno haitiano, conocedor de los propósitos de Los Trinitarios, llevó al exilio o la clandestinidad a varios miembros del grupo revolucionario, incluido su líder Juan Pablo Duarte y Díez. La conducción del movimiento quedó en manos del prócer Francisco Sánchez del Rosario, joven talentoso, abogado y defensor del ideal de justicia que había asumido sus compañeros.

Sánchez gozaba de toda la confianza de Duarte y los patriotas independentista. También María Trinidad Sánchez, tía de Francisco conformaba parte del movimiento, entre otras mujeres destacadas como Baltazar de los Reyes y Concepción Bona. Así se hacen los preparativos y se proclama la independencia nacional el 27 de febrero de 1844 al grito de Dios, Patria y Libertad.

Una vez consumada la proclamación se procedió buscar a Juan Pablo Duarte para conformar el primer gobierno netamente dominicano. De inmediato se creó la Junta Central Gubernativa presidida por Tomás Bobadilla y Briones. Era el gobierno responsable de organizar el Estado política, jurídica, militar y defender la soberanía nacional. 

Sánchez, José Joaquín Puello, Remigio del Castillo, Wenceslao de la Concha, Mariano Echavarría y Pedro de Castro y Castro, y Mella formaron parte de ella. El gobierno que adoptaría la Junta, sería liberal tal y como se estableció en el Juramento Trinitario de 1838 y el manifiesto del 16 de enero de 1844, inspirada en las ideas de J. Locke, J.J. Rousseau y el Barón de Montesquieu, entre otros.

Proclamada la independencia, surgen de inmediato, las luchas internas en el seno del grupo y los bandos anexionistas. Surgen así las tendencias profranceses, proingleses, proespañoles y hasta pronorteamericanos. Estas acciones se consolidan con el golpe de Estado perpetrado por el grupo conservador encabezado por Pedro Santana a la Junta Central Gubernativa que presidió el prócer Sánchez. El accionar anexionista tenía como telón de fondo, la creencia y el temor de que la naciente República no podía sostenerse sin el apoyo o tutela de alguna potencia.

Los únicos que creyeron siempre y defendieron sus ideales fueron Los Trinitarios, quienes eran partidarios de la Independencia pura y simple. Vino la lucha interna, las divisiones, las persecuciones y el acoso. Muchos de quienes guiaron se fueron al exilio, especialmente tras el Golpe de Estado perpetrado contra la Junta Central Gubernativa que presidió Francisco Sánchez del Rosario.

El nacimiento de la República Dominicana surge en un ámbito donde confluyen ideas revolucionarias, liberales y conservadoras. Siendo las últimas las que predominan y se imponen a fuerza de represión, destierro, muerte y tortura. Esta tendencia ha sido recurrente y difícil de revertir desde entonces.

El 6 de Noviembre de 1844, queda consumado y sellado el texto constitucional que regiría el naciente Estado. Pedro Santana, aguerrido militar seibano asume la presidencia de la República e impone a los Constituyentes de San Cristóbal el famoso artículo 210. Era marco normativo de corte conservador y dictatorial. Quedaron fuera del gobierno los trinitarios y otros febreristas. El resto de la historia es harto conocida. Santana se convirtió en el gran traidor a la causa nacional.

Sin el genio de Duarte y sin la estrategia de lucha que este adoptó, el ideal libertario no se hubiera alcanzado. Él y su equipo hicieron La Trinitaria, La Filantrópica y La Dramática y de ahí se dan las luchas que desembocaron en la proclamación de la Independencia Nacional. Trinitarios y Febreristas tienen un sitial especial en la historia, exceptuando lógicamente a quienes traicionaron la causa libertaria.

A 177 años de la fundación de la Sociedad Secreta la Trinitaria sus huellas, marcadas sobre el suelo patrio, sirven de norte para caminar hacia el porvenir. Pudo más la voluntad y el deseo de libertad que la represión desatada contra los patriotas. El ideal trinitario, vigente aún, ha servido y servirá para orientar la defensa de la soberanía cuando ha sido mancillada o se ha visto amenazada.

El ideal trinitario, duartiano y febrerista abrió el camino para el desarrollo del pensamiento liberal. Aunque el conservadurismo se impuso, nunca ha dejado de palpitar en el corazón de los dominicanos la defensa de la justicia social. Larga es la lista quienes defendieron la llama libertaria encendida desde la creación de La Trinitaria.

Prohombres como Juan Pablo Duarte, Francisco Sanchez del Rosario, Ramón Matías Mella pasando por Gregorio Luperón, Benigno Filomeno de Rojas, Pedro Fco. Bonó, Francisco Ulises Espaillat, Federico Henríquez y Carvajal para sólo citar algunos. Mujeres de la estirpe de María Trinidad Sánchez y Juana Saltitopa Salomé Ureñas, entre otras, merecen un sitial privilegiado en la historia dominicana por haber esculpido con dolor, sangre y sacrificio el ideal de justicia en el corazón de los dominicanos. Esa pléyade de liberales sufre y defienden sus ideas frente a los embates del conservadurismo que aún persiste.

Tras la Invasión Militar Norteamericana de 1916 y la dictadura que ésta impuso, el pensamiento liberal, inspirado en los trinitarios, mantuvo siempre vivo los valores y principios soberanos del Estado nacional. El dictador Rafael Leónidas Trujillo también hizo la guerra a los pensadores liberales y revolucionarios pero nunca pudo sepultar sus aspiraciones reformistas y revolucionarias.

La persistente resistencia al sátrapa reivindica en mayor o menor grado el principio de igualdad que forjaron Los Trinitarios. El ideal trinitario aparece animando a los combatientes constitucionalistas durante la Guerra de Abril de 1965. El tiempo no borra las huellas de quienes saben colocarse a la altura del momento histórico que le asigna la sociedad.

Preservar el principio de un estado libre, independiente y soberano tal y como se concibió en el Juramento Trinitario.  Hoy se habla del hilo evolutivo que comunica a  trinitarios, liberales, restauradores y revolucionarios. He ahí el gran legado de La Sociedad Secreta la Trinitaria y los forjadores de la Independencia Nacional.

¡Honrar, honra!

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