miércoles, 14 de junio de 2017

ANALOGÍA DE LA COLMENA APLICADA A LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA.

"Cuando el orden se pervierte en la colmena, se violentan los procedimientos, se trastocan los roles y se corrompen los liderazgos, la vulnerabilidad ante las amenazas siembra el pánico y paraliza la producción;  las opciones de sobrevivencia son mínimas. Es ahí donde deben aparecer las acciones correctivas que reorienten, devuelvan la tranquilidad y garanticen la productividad".

La colmena es una estructura, jerárquica, orgánica y funcionalmente compleja y altamente productiva. Es una sociedad donde las funciones están claramente definida, diferenciadas y delimitadas pero eficientemente coordinada. Cada miembro tiene tareas que cumplir para transformar el néctar de las flores en miel y otros productos.

Reunidas en Asamblea General, las obreras deciden abordar el tema de la salud y productividad de la colmena. Para garantizar la participación, decidieron invitar a la reina y al zángano mayor en calidad de observadores. De entrada, empiezan por explicar las funciones de cada uno de los integrantes de la colmena, la salud, protección y la estrategia de gestión del hogar común.

Florinia, una obrera dedicada al cuidado de la colmena en función de soldado y quien tiene la misión de dirigir los debates, se queja de Parda quien coordina el equipo de vigilancia y selecciona los integrantes. Explica a la Asamblea, que en varias ocasiones ha pedido mayor cuidado en la selección de quienes desempeñan esa importante función.

Recuerda Florinia, que una ocasión se presentó una invasión de abejorros y que hubo dificultades para controlarlos por falta de coordinación. Eso duplicó el esfuerzo y costó la vida a un grupo de jóvenes abejas soldados. La respuesta de Pardenia siempre es la misma: todo está bien y acusa a Florinia de quejarse y no respetar su estilo de gestión y advierte que no cambiará su forma de dirigir su tropa.

Jaleana, la Reina Madre, pide un turno de privilegio para aclarar cuestiones vinculadas a la baja producción de huevos y atribuye al descuido en la protección de los mismos de las colonias de hormigas y avispones que con frecuencia atacan. Ese señalamiento de la reina alerta a las obreras porque las hormigas no solo van por huevos, sino también por la dulce miel, jalea, larvas y polen. En otras palabras, vienen por todo.

La Reina Madre recuerda que decenas de enfermedades atacan a la colmena y no pocas aves asumen a las abejas como su alimento preferido. De ahí que vigilar la salud de la colmena sea continua y permanente. Es necesario mantener abierto y funcionando los canales de comunicación y activadas las alertas para evitar sorpresas. Señala que la contaminación y los plaguicidas hacen estragos, debilitan y matan. Recomienda estar listas para moverse al menor atisbo de la presencias de esos agentes en el aire.

Evitar perversiones en el orden y dilapidación de recursos, entran en el menú de prioridades de la colmena. Se deben cuidar todos los detalles para garantizar la productividad y el desarrollo de la colmena. Estar alertas a los ruidos y a las amenazas potenciales y latentes solo se logran con un eficiente régimen ético y disciplinario donde cada miembro tenga claro el compromiso y sus funciones dentro y fuera de la colmena.

Cerinia, con fuerte zumbido de protesta advierte que la colmena ha perdido el orden y el sentido de unidad que le había caracterizado. Eso altera el clima laboral y está afectando la vida en la colmena. No se están tomando en cuenta las opiniones de las transportadoras y endulzadoras, sin cuyos esfuerzos no es posible sobrevivir. Tampoco se habla los “abejicidios” que efectúa el apicultor en cada castración. El zumbido, no es suficiente para resolver los problemas y se impone actuar rápidamente.

Agrega que el daño causado por parásitos como la barroa y otras trazas que diezman y empobrecen la colonia. La dejan casi en la ruina ¿Esos temas no importan en este debate? ¿Somos responsables por nuestros actos? ¿Quiénes están dispuestos a dejar su área de confort para apoyar la lucha contra el saqueo de miel, jalea y huevos? ¿Alguien está dispuesto a rendirse? Pide explicación y acciones correctivas.

Polinia, la traviesa y respondona de la colmena, rezonga y refunfuña por el ruido generado con la intervención de Cerinia. Se para en sus patas traseras y aletea con arrogancia; exige que se le permita expresar unas pinceladas sobre cuestiones que atañen a la Asamblea. Concedida la palabra dice Florinia. Con el permiso de su majestad, Gran Reina quiero decir que aquí se ha evidenciado una falta de autoridad que nos ha traído hasta aquí. Hemos cambiando de tronco, pero no de actitud y eso en poco ayuda.

Si su majestad, decide aumentar la cantidad de huevos que pone por días y las obreras aceleran el proceso de producción aumentaríamos la oferta y conjuntamente con eso el riesgo de ser saqueadas. Tenemos que producir, pero los zánganos deben controlar su consumo y los soldados estar pendiente de los saqueadores foráneos ¡Que cada uno asuma su rol y que los equipos den seguimiento al plan que aquí se apruebe! El orden, la planificación, la disciplina, el respeto y la tolerancia son principios que pueden guiar las acciones de aquí en adelante.

¡Toda la colmena y nuestra especie están amenazadas! Ya nada es igual, ha cambiado el clima, escasea el agua y las flores. La colmena aumenta exponencialmente y con ella las amenazas. Eso impone un cambio en la cultura de gestión y un ajuste en los estilos de liderazgo. 

La optimización de los recursos, las estrategias bien planteadas, el compromiso, el trabajo en equipo y la gestión adecuada de los apoyos ayudan pero no es suficiente. Se requiere se respeten los procedimientos y que se cumplan los procesos en los plazos establecidos. Hoy más que nunca, se impone el trabajo en equipo y el diálogo florido.

Florinia, sabía y prudente, recuerda el arduo trabajo de la polinización de las flores, sin cuya acción los alimentos, especialmente los de origen vegetal, desaparecen y miles de plantas desaparecerían. Algo la consuela, es que hasta hoy nadie, salvo ellas tienen la fórmula para hacer miel. No se contenta más se preocupa, porque ese secreto las compromete dado el variado uso del mágico néctar, que sirve de base a un sinnúmeros medicamentos.

Concluido, el debate sobre la protección, se acordó establecer una vigilancia panal por panal, asignado secciones y haciendo equipos. Florinia, recuerda que de las acciones de protección bien coordinación depende la salud, la producción y la existencia misma de la colmena. La ética y el compromiso son fundamentales, determinante e imprescindible para generar confianza y garantizar la seguridad de la colmena.

La Asamblea aprueba por mayoría las medidas adoptadas y se procede a juramentar los equipos de protectores y cuidadores de la colmena. Zanganio, el zángano en representación de la colonia de zánganos, dice que la falta de miel y el deterioro del cuidado de la colonia afectan su labor de fecundación y eso tiene efectos en la producción de huevos. Cerinia, inquieta e inquisidora, agita sus alas y pide la palabra.

Aplicando la analogía de la colmena a la Administración Pública y comparando el sistema jerarquizado de gestión puede afirmarse; que tal como en la colmena se deben cultivar prácticas gerenciales novedosas e inclusiva, estableciendo claridad de funciones y compromiso en cada ámbito.

La colmena requiere cuidado para mantenerse, cohesionada, sana y productiva. Eso requiere que el apicultor esté pendiente e informado de las amenazas que ponen en riesgo la disciplina, el orden y el clima organizacional. Debe controlar la presencia de los zánganos para evitar que se coman la producción y debiliten la colmena. Hay trazas y parásitos que pervierten los procesos en la administración pública tal y como sucede con la colmena.

Si se cuida la colmena de la sobrepoblación de zángano arruinan la producción, debilitan la colmena y se hace vulnerable a las trazas, lo que las condena a perecer. Así hay que limpiar constantemente a la administración pública de los zánganos que parasitan en su interior, estableciendo controles y ajustando constantemente los procedimientos para evitar perversiones en los procesos de gestión.

La corrupción es el equivalente a la barroa y la impunidad equivale a las trazas que pervierten y corroen los cimientos de la institucionalidad e impide el desarrollo de la cultura de transparencia. De ahí el valor de la analogía de la colmena y la administración pública. Una colmena sana es productiva y eficiente; una administración saneada, transparente e institucionalizada propicia la productividad cual colmena bien cuidada.

Reorientar la administración pública, haciendo que se reencuentre con los principios éticos y los valores morales e imponiendo la transparencia como cultura debe ser una enseñanza útil de esta fábula. Incorporar las prácticas de la colmena a la cultura gerencial, fomentar el respeto a la norma y el civismo. Que haya leyes, procesos o protocolos no garantiza mucho si la gente que los acciona no entiende su lugar en la organización.

Así, como la obrera es obrera y puede tener varias funciones en la colmena; el zángano es zángano y tiene pocas pero importantes responsabilidades; y es la reina es el centro de la colmena. Controla la membresía y mantiene la unidad y propicia la multiplicación; así deben estar claro los roles en cada nivel gerencial de las instituciones públicas, alineando siempre, misión, visión, valores y objetivos. Siempre orientados a los resultados y teniendo como centro de su accionar a la gente y sus necesidades.

En la gerencia pública, como en la colmena; la jerarquización, la disciplina, el compromiso ético, la gestión de relaciones y redes del poder, sumado al cuidado continuo de los controles evita la confusión de roles y facilita la coordinación y articulación de acciones que fortalecen los procesos de gestión. Escuchar a quienes tienen responsabilidades, apoyarle en la superación de los escollos es garantía de éxito y seguridad. Descuidar los detalles es exponerse a pervertir la colonia y corromper la administración pública. 

Honestidad, compromiso, disciplina, trabajo en equipo, coherencia, planificación, control y respeto a los procedimientos; así como el cumplimiento de procesos y protocolos darán el giro apropiado a la administración público como el celo del apicultor, sumado a la protección del ambiente y la eliminación de trazas robustecen la colmena y garantizan su productividad.

¡Aprendamos la lección de la colmena y apliquemos su lógica productiva a la administración pública y a la vida toda!

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