"Cuando el orden se pervierte en la colmena, se violentan los procedimientos, se trastocan los roles y se corrompen los liderazgos, la vulnerabilidad ante las amenazas siembra el pánico y paraliza la producción; las opciones de sobrevivencia son mínimas. Es ahí donde deben aparecer las acciones correctivas que reorienten, devuelvan la tranquilidad y garanticen la productividad".
La
colmena es una estructura, jerárquica, orgánica y funcionalmente compleja y
altamente productiva. Es una sociedad donde las funciones están claramente
definida, diferenciadas y delimitadas pero eficientemente coordinada. Cada
miembro tiene tareas que cumplir para transformar el néctar de las flores en
miel y otros productos.
Reunidas
en Asamblea General, las obreras deciden abordar el tema de la salud y
productividad de la colmena. Para garantizar la participación, decidieron
invitar a la reina y al zángano mayor en calidad de observadores. De entrada,
empiezan por explicar las funciones de cada uno de los integrantes de la
colmena, la salud, protección y la estrategia de gestión del hogar común.
Florinia, una obrera dedicada al cuidado de la
colmena en función de soldado y quien tiene la misión de dirigir los debates,
se queja de Parda quien coordina el equipo de vigilancia y selecciona los
integrantes. Explica a la Asamblea, que en varias ocasiones ha pedido mayor
cuidado en la selección de quienes desempeñan esa importante función.
Recuerda
Florinia,
que una ocasión se presentó una invasión de abejorros y que hubo dificultades
para controlarlos por falta de coordinación. Eso duplicó el esfuerzo y costó la
vida a un grupo de jóvenes abejas soldados. La respuesta de Pardenia
siempre es la misma: todo está bien y acusa a Florinia de quejarse y no
respetar su estilo de gestión y advierte que no cambiará su forma de dirigir su
tropa.
Jaleana, la Reina
Madre, pide un turno de privilegio para aclarar cuestiones vinculadas a la
baja producción de huevos y atribuye al descuido en la protección de los mismos
de las colonias de hormigas y avispones que con frecuencia atacan. Ese
señalamiento de la reina alerta a las obreras porque las hormigas no solo van
por huevos, sino también por la dulce miel, jalea, larvas y polen. En otras
palabras, vienen por todo.
La
Reina Madre recuerda que decenas de enfermedades atacan a la colmena y no pocas
aves asumen a las abejas como su alimento preferido. De ahí que vigilar la
salud de la colmena sea continua y permanente. Es necesario mantener abierto y
funcionando los canales de comunicación y activadas las alertas para evitar
sorpresas. Señala que la contaminación y los plaguicidas hacen estragos,
debilitan y matan. Recomienda estar listas para moverse al menor atisbo de la
presencias de esos agentes en el aire.
Evitar
perversiones en el orden y dilapidación de recursos, entran en el menú de
prioridades de la colmena. Se deben cuidar todos los detalles para garantizar
la productividad y el desarrollo de la colmena. Estar alertas a los ruidos y a
las amenazas potenciales y latentes solo se logran con un eficiente régimen
ético y disciplinario donde cada miembro tenga claro el compromiso y sus
funciones dentro y fuera de la colmena.
Cerinia, con fuerte zumbido de protesta advierte
que la colmena ha perdido el orden y el sentido de unidad que le había
caracterizado. Eso altera el clima laboral y está afectando la vida en la colmena. No se están tomando en
cuenta las opiniones de las transportadoras y endulzadoras, sin cuyos esfuerzos
no es posible sobrevivir. Tampoco se habla los “abejicidios” que efectúa
el apicultor en cada castración. El zumbido, no es suficiente para resolver los
problemas y se impone actuar rápidamente.
Agrega
que el daño causado por parásitos como la barroa y otras trazas que diezman y
empobrecen la colonia. La dejan casi en la ruina ¿Esos temas no importan en este debate? ¿Somos responsables por
nuestros actos? ¿Quiénes están dispuestos a dejar su área de confort para
apoyar la lucha contra el saqueo de miel, jalea y huevos? ¿Alguien está dispuesto a rendirse? Pide explicación y
acciones correctivas.
Polinia, la traviesa y respondona de la
colmena, rezonga y refunfuña por el ruido generado con la intervención de Cerinia.
Se para en sus patas traseras y aletea con arrogancia; exige que se le permita
expresar unas pinceladas sobre cuestiones que atañen a la Asamblea. Concedida
la palabra dice Florinia. Con el permiso de su majestad, Gran Reina quiero
decir que aquí se ha evidenciado una falta de autoridad que nos ha traído hasta
aquí. Hemos cambiando de tronco, pero no de actitud y eso en poco ayuda.
Si
su majestad, decide aumentar la cantidad de huevos que pone por días y las
obreras aceleran el proceso de producción aumentaríamos la oferta y
conjuntamente con eso el riesgo de ser saqueadas. Tenemos que producir, pero
los zánganos deben controlar su consumo y los soldados estar pendiente de los
saqueadores foráneos ¡Que cada uno asuma
su rol y que los equipos den seguimiento al plan que aquí se apruebe! El
orden, la planificación, la disciplina, el respeto y la tolerancia son
principios que pueden guiar las acciones de aquí en adelante.
¡Toda la colmena y nuestra especie están amenazadas! Ya
nada es igual, ha cambiado el clima, escasea el agua y las flores. La colmena
aumenta exponencialmente y con ella las amenazas. Eso impone un cambio en la
cultura de gestión y un ajuste en los estilos de liderazgo.
La optimización de los recursos, las estrategias bien planteadas, el compromiso, el trabajo en equipo y la gestión adecuada de los apoyos ayudan pero no es suficiente. Se requiere se respeten los procedimientos y que se cumplan los procesos en los plazos establecidos. Hoy más que nunca, se impone el trabajo en equipo y el diálogo florido.
La optimización de los recursos, las estrategias bien planteadas, el compromiso, el trabajo en equipo y la gestión adecuada de los apoyos ayudan pero no es suficiente. Se requiere se respeten los procedimientos y que se cumplan los procesos en los plazos establecidos. Hoy más que nunca, se impone el trabajo en equipo y el diálogo florido.
Florinia, sabía y prudente, recuerda el arduo
trabajo de la polinización de las flores, sin cuya acción los alimentos,
especialmente los de origen vegetal, desaparecen y miles de plantas
desaparecerían. Algo la consuela, es que hasta hoy nadie, salvo ellas tienen la
fórmula para hacer miel. No se contenta más se preocupa, porque ese secreto las
compromete dado el variado uso del mágico néctar, que sirve de base a un sinnúmeros
medicamentos.
Concluido,
el debate sobre la protección, se acordó establecer una vigilancia panal por
panal, asignado secciones y haciendo equipos. Florinia, recuerda que de
las acciones de protección bien coordinación depende la salud, la producción y
la existencia misma de la colmena. La ética y el compromiso son fundamentales,
determinante e imprescindible para generar confianza y garantizar la seguridad
de la colmena.
La
Asamblea aprueba por mayoría las medidas adoptadas y se procede a juramentar
los equipos de protectores y cuidadores de la colmena. Zanganio, el zángano en
representación de la colonia de zánganos, dice que la falta de miel y el
deterioro del cuidado de la colonia afectan su labor de fecundación y eso tiene
efectos en la producción de huevos. Cerinia,
inquieta e inquisidora, agita sus alas y pide la palabra.
Aplicando
la analogía de la colmena a la Administración Pública y comparando el sistema
jerarquizado de gestión puede afirmarse; que tal como en la colmena se deben
cultivar prácticas gerenciales novedosas e inclusiva, estableciendo claridad de
funciones y compromiso en cada ámbito.
La
colmena requiere cuidado para mantenerse, cohesionada, sana y productiva. Eso requiere que el
apicultor esté pendiente e informado de las amenazas que ponen en riesgo la
disciplina, el orden y el clima organizacional. Debe controlar la presencia de
los zánganos para evitar que se coman la producción y debiliten la colmena. Hay
trazas y parásitos que pervierten los procesos en la administración pública tal
y como sucede con la colmena.
Si
se cuida la colmena de la sobrepoblación de zángano arruinan la producción,
debilitan la colmena y se hace vulnerable a las trazas, lo que las condena a
perecer. Así hay que limpiar constantemente a la administración pública de los
zánganos que parasitan en su interior, estableciendo controles y ajustando
constantemente los procedimientos para evitar perversiones en los procesos de
gestión.
La
corrupción es el equivalente a la barroa y la impunidad equivale a las trazas
que pervierten y corroen los cimientos de la institucionalidad e impide el
desarrollo de la cultura de transparencia. De ahí el valor de la analogía de la
colmena y la administración pública. Una colmena sana es productiva y
eficiente; una administración saneada, transparente e institucionalizada
propicia la productividad cual colmena bien cuidada.
Reorientar la administración pública, haciendo que se reencuentre con los principios éticos y los valores morales e imponiendo la transparencia como cultura debe ser una enseñanza útil de esta fábula. Incorporar las prácticas de la colmena a la cultura gerencial, fomentar el respeto a la norma y el civismo. Que haya leyes,
procesos o protocolos no garantiza mucho si la gente que los acciona no
entiende su lugar en la organización.
Así,
como la obrera es obrera y puede tener varias funciones en la colmena; el
zángano es zángano y tiene pocas pero importantes responsabilidades; y es la reina es el centro de la colmena. Controla
la membresía y mantiene la unidad y propicia la multiplicación; así deben estar
claro los roles en cada nivel gerencial de las instituciones públicas,
alineando siempre, misión, visión, valores y objetivos. Siempre orientados a
los resultados y teniendo como centro de su accionar a la gente y sus
necesidades.
En
la gerencia pública, como en la colmena; la jerarquización, la disciplina, el compromiso ético, la gestión de
relaciones y redes del poder, sumado al cuidado continuo de los controles evita
la confusión de roles y facilita la coordinación y articulación de acciones que
fortalecen los procesos de gestión. Escuchar a quienes tienen responsabilidades, apoyarle en la superación de los escollos es garantía de éxito y seguridad. Descuidar
los detalles es exponerse a pervertir la colonia y corromper la administración
pública.
Honestidad, compromiso, disciplina, trabajo en equipo, coherencia, planificación, control y respeto a los procedimientos; así como el cumplimiento de procesos y protocolos darán el giro apropiado a la administración público como el celo del apicultor, sumado a la protección del ambiente y la eliminación de trazas robustecen la colmena y garantizan su productividad.
¡Aprendamos la lección de la colmena y apliquemos su lógica productiva a la administración pública y a la vida toda!
¡Aprendamos la lección de la colmena y apliquemos su lógica productiva a la administración pública y a la vida toda!
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