"Mi
ética, en tanto que escritor, exige la autocrítica de mi trabajo. Gozo, realmente, corrigiéndome".
Gabriel García Márquez.
El periodista y escritor Gabriel
García Márquez, cariñosamente, Gabo, ha partido físicamente pero su grandeza,
rebeldía y humildad expresada con fuerza creadora en sus obras, sobrevivirá
en la mente de quienes les hemos leído. Un rebelde revolucionario, amante de la
paz y de la justicia que puso su capacidad al servicio de la justicia social.
Gabo, amigo de Fidel Castro Ruz, de la
revolución cubana, luchador por la justicia, la libertad, la soberanía y
defensor; abanderado de los procesos revolucionarios de América Latina y del
Mundo. Puso su pluma al servicio de la cultura, anclando sus escritos en el
realismo mágico para retratar la realidad que compartía. Hizo del entorno
cotidiano el insumo básico de su quehacer literario.
Seguramente que el Coronel Encontrará
quien le Escriba y el General Saldrá Victorioso de su Laberinto, mientras que el
Olor de la Guayaba inunda el Funeral de la Mamá Grande, y, Las Noticias de un
Secuestro surgen como el Amor en Tiempos de Cólera para evitar Cien Años de
Soledad y poder Vivir para Contarla.
Santiago Nasar acaricia su gallo de
pelea, como de costumbre, sentado en una suave Hojarasca de bananos colombiano,
mientras que Aureliano Buendía junto a Cándida Eréndida y su Abuela Desalmada
analizan la triste Crónica de una Muerte Anunciada, esperando el tren que los
llevará al centro de Macondo donde participará en la presentación de las Memorias
de mis Putas Tristes.
Recordar a Gabriel García Márquez,
Premio Nobel de Literatura en 1982 engrandece y reconforta. Gabo, quien a sus
87 años tenía tantos deseos de vivir como de seguir escribiendo, aun en su
delicado estado de salud es un pensar en la transformación de los tantos
Macondos que existen en el mundo.
Es leer, leer y releer su legado
resumido en Vivir Para Contarla y completarlo con la totalidad de sus obras,
para apreciar en toda su magnitud los aportes de este coloso de las letras
latinoamericanas a la cultura universal. Habrá narración y crónica
latinoamericana pero siempre referenciada en la obra del gran maestro del
periodismo y de la literatura contemporánea.
Gabriel García Márquez fue rebeldía,
solidaridad y compromiso. Cuando hubo intelectuales que flaquearon en la
defensa de la justicia social apareció la firmeza del Gabo para imponer su
espíritu crítico, creativo y revolucionario. Supo entender y recoger en sus
crónicas el sentir de la gente y su entorno.
A ellos se une el genio creativo de Eduardo Galeano, Frei Betto, Leonardo Boff e Isabel Allende quienes encabezan la pléyade de escritores vivos que seguramente sabrán ennoblecer el delicado trabajo de escribir y describir para contar historias o imaginar escenarios de esperanza y solidaridad, aprovechando el poder transformador de la palabra
¡Loor al gran Gabo!
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